La frescura de sus sonrisas,
la inocencia de sus almas,
el amor de sus corazones puros,
le dan vida a mi ser.
Dan amor sin medida ni precio,
solamente desean que se les dé
lo mismo en la medida que ellos los dan,
así de puro es el sentir de mis hijos.
Sus corazones están abiertos al amor,
sus brazos derraman ternura,
sus cuerpos claman tiernas caricias,
yo, trato de darles y brindarles todo lo mejor de mí.
Son mis hombres del mañana,
mi orgullo de ayer, hoy y siempre,
mi vida toda, representan estos seres míos,
tan amados, a los que les di vida y brindé todo mi ser.
Alicia Acuario
Gral. Daniel Cerri - 1983
A mis hijos: Luís, Raúl y Ricardo.
Colaboración de Alicia Acuario
Argentina