Hola, ¿que será de ti? ha pasado tanto tiempo, sin oírte, suspirar o escuchar de tus atractivos labios, la hermosa melodía que me regalabas cuando nombrabas mi nombre. Dos primaveras sin acariciarte, sin besar esos labios que tanto anhelaba, tus ojos negros como el carbón y tan profundos como el mar.
No he dejado de pensar en ti, ¿Por que?, quizás por tu bonita forma de ser conmigo y ser alguien en quien admirar mucho. Hombres como tú no suelo encontrar. De hecho eres el primero en quien me enamoré, porque te considero esencial en mi vida. No seré perfecta, pero te dediqué cada segundo de mi vida como si fuera el último, te entregué mi confianza y pasión, me entregué completamente a ti, como un niño lo haría con sus juguetes mas preciados.
Pensé que realmente me querías, me ilusionaste y perdí esta batalla de pasión. No amor, no tenes la culpa de no haberme querido como yo quería que me quisieras, no tenés la culpa de no ser especial para ti.
Me la creí, amé y perdí, que ilusa fui y sigo aquí amando a alguien que no volverá. ¿Quién nos manda a enamorarnos? Quizás fui yo la culpable por brindarte el ser mas puro de mi alma y mi amor incondicional, que difícil es esta pelea, sigo aquí de pie, con ganas de amar.