Niñas pintarrajeadas. Niñas untadas de celos.
Niñas a las que un corazón les explotó en la cara.
Un corazón del pasado.
Niñas con las uñas tensas. Con los labios tensos. Que no saben si te van a morder o a morderse a sí mismas.
Niñas que escuchando canciones se pusieron a soñar y se encontraron con sus propios celos.
Niñas estridentes, niñas chillonas a las que otras novias les dijeron que si hablaban poco chillarán pintándose.
Y lo que consiguieron fue pintarse con sangre, con la sangre de un corazón roto... roto en el pasado.
Niñas que quieren aprender chillando, porque alguien les dijo que no eran oídas, que no querían darse. Alguien...: un celoso.
Niñas desconocidas, ajenas, fantasmas, niñas pintarrajeadas, bañadas en sangre.
Niñas que florecen, niñas que están aprendiendo a romperse y a no romperse del todo, cuando sea tarde para darse cuenta.
Y por último, niñas dormidas, que quieren despertar la sangre con pintura en sus caras de niña.