Me creí invencible, pero me mentía cada noche que me rompía en mil pedazos al darme cuenta que ya no estabas, cuando la oscuridad de la noche desaparecía y la luz del día empezaba a iluminar, caía en cuenta que la noche se me había ido entre lágrimas que intentaría olvidar un par de horas después, pero al mirar mi reflejo en el espejo no veía rastro alguno de la persona que fui antes de ti.
La maldita realidad me hace ver que te he perdido, y que el amor que te tengo no es suficiente para ambos, ya no se como vivir esta vida, pues empezó a tener sentido cuando apareciste en ella y de la nada te metiste en mi corazón, en mis pensamientos y mis sueños.
Me es tan complicado aceptar todo esto que no encuentro forma de aliviar este dolor que me carcome día a día.
Te llevaste contigo todo lo que tenía, me dejaste tan vacía que no se si un día podre seguir con el intento de vivir, me he perdido buscando una poquita de fuerza para levantarme y aparentar que todo sigue bien, pero al escuchar tu nombre o verte sin querer mi mundo se vuelve abajo y me hace recordar lo estúpido que es querer engañarme pensando que todo va bien conmigo. Hasta hoy no he podido engañar a mi mente ni mi corazón por que aunque no quiera te quiero.