Yo creí que la vida se detenía con sólo mirarte,
que los sueños cuando veían tu alma
se negaban a escaparse,
que moriría si pasaba un sólo día sin abrazarte,
pero te miré
y tus ojos ya eran segundas partes,
pero morí y el frío se condensó
en medio del aire.
Esperaba correr una ilusión por tu sonrisa,
la esperaba desvanecerse
entre la rosa y la espina, entre la sangre y la herida,
por si una mentira
me llegara a mirar solo y quisiera ser mi amiga,
se mirara en el espejo y llorara
por haber sido una tontería.
*
¿Y eso qué importó?
¿A quién le di mi corazón?
A una viajera que me sopló cenizas de su flor
luego de que la besara y mi soledad se marchitó;
el tiempo pasó,
y me convirtió en una sombra de cartón
¿y eso qué importó?
Yo creí en el sonido, de su risa en una cometa,
cuando volaba y me decía "quizás nunca vuelva",
cuando voló y creyó caminar frente al sol.
Tanto me hirió su vuelo al correr detrás de ella
¿y eso qué importó?
*
Yo creí que volverías, mirándome a los ojos,
que tus abrazos sí eran para mí aún estando loco
por la idea de verte marchar
dejándomelo todo,
y nunca decir que los sueños fueron tan cortos,
y nunca extrañar nada de mí
porque fui tan tonto.
*
¿Y eso qué importó?
¿A quién le di mi corazón?
A una viajera que me sopló cenizas de su flor
luego de que la besara y mi soledad se marchitó;
el tiempo pasó,
y me volvió una sombra de cartón
¿y eso qué importó?
Yo creí en el sonido, de su risa en una cometa,
cuando volaba y me decía "quizás nunca vuelva",
cuando voló y creyó caminar frente al sol.
Tanto me hirió su vuelo al correr detrás de ella
¿y eso qué importó?