Pasé noches enteras en vela escribiendo para ti, te amé, y lloré como enajenada pidiendo a Dios que regresaras, el día que lo hiciste, sé que fue para jactarte una vez más del poder que tenías sobre mí y sentir tu ego pronunciado al saber que me hiciste tuya una vez más, yo, me entregué por amor, algo que tú estás muy lejos de sentir, y lamentablemente tarde pude darme cuenta el terrible error que cometí al entregarte mi alma entera...
Esos ojos que tanto amé, llenos de una tremenda ternura estaban y están acostumbrados a mentir, voltear y manipular las cosas a tu conveniencia...
Trataste de ponerte en el plan de víctima vendiéndome la idea de que yo, había sido culpable por la ruptura de nuestra relación, cuando tú, ya tenías un romance con otra.
Creo que nunca te fui suficiente, buscas y buscarás constantemente reforzar tu autoestima encontrando conquistar a otras mujeres para seguir sintiéndote un Don Juan y tener el ego suspendido en los cielos...
Si, alguna vez pensé que te seguía amando y que te quería de regreso en mi vida, porque me parecías único e irreemplazable, pero hoy, puedo decirte con todas sus letras que no, no lo eres, no te quiero de regreso, ¡no te amo! y para serte franca, me importas una mierda.