Carta No. 1
¿Por qué me enamoré de ti?...
Cielito... Hasta que me enamoré de ti, supe que no había razonamiento alguno para entender por qué sucedió, no encuentro palabras para expresar qué fue, quisiera decir que tu forma de ver la vida, pero no, no es sólo eso... Creo que fue la forma en que me mirabas, pero no, porque me fascina tu sonrisa, y entonces pienso que pudieron ser tus manos, porque la manera de que me han acariciado ¡me han hecho temblar!, ¡pero no!, ¡no son sólo tus manos!, ¡ni tu mirada!, ¡ni tu sonrisa!, ¡ni tu forma de ver la vida!...
Han sido también tus consejos, tu sentido del humor, ¡amo verte reír! Y entonces creo que ya he encontrado la respuesta de por qué me enamoré así de ti... Pero reconsidero, porque no ha sido sólo eso... Ha sido lo que también veo a través de tus ojos, lo que siento cuando me besas, tu honestidad, por eso me enamoré, pero ¡no! Porque entonces me doy cuenta que hace falta algo más... Y es que francamente no sé qué es, cuando te escribo, cuando pienso en ti, siento que el corazón se me desborda, y entonces intento ser objetiva y descubrir porque me enamoré...
Puedo decirte que es porque cuando estamos juntos las horas parecen segundos, cantamos, hablamos de todos temas, me gusta escucharte, mirarte, y aprender de ti, nos reímos a carcajadas por un mal chiste, por la edad, por la combinación de palabras y género... ¡Y tantas cosas lindas!... ¡Simplemente disfrutamos de lo mismo!
La verdad, no sé definirlo, ¡no puedo! Sólo sé qué hace mucho soñé encontrar a alguien como tú, incluso con tus defectos y manías, así me gustas, así te amo, no quiero cambiar nada de ti, así te acepto... Pero honestamente no puedo definir, por qué me enamoré de ti...