Esta es una guerra
de armas blancas y negras,
a las fauces de la estrategia y corazón.
Mostrémosle a las estrellas
allá lejanas del universo,
que se incendien más sus fuegos
intentando alcanzar el resplandor.
Que nos envidien todos los planetas
y nos traspasen con su catana,
sigilo de los cielos más blancos
una enfilada de cometas.
Acércate empecemos la batalla
cuerpo a cuerpo,
metralla y metralla.
Ven y anda
estalla granadas en mi boca
lléname de tu furia más loca y mostrar,
yo trazaré con mi pluma
sobre tu pelo un surco de dinamitas,
que se carcoman todos tus sentidos
pedazo por pedazo.
Apresúrate secuéstrame los labios
ata sus manos y sus pies,
ellos quieren destrozarte
trozarte entera y de revés.
Arráncame los ojos
con tus pupilas filosas,
yo escupiré ácido sobre tu piel,
que te queme
como queman mis manos de llamas
a paso lento y seguro.
Anda enclávate
sin respiro,
no me dejes respirar
balancéate y mata
hazte fiebre arde en fiebre de oro corporal
mis partes no dejarán espacios
sin desbastar.
Asesíname como el cuchillo más grande
yo ya he cruzado la frontera de tus límites,
gatilla tus nervios locos
sin mirar mi corazón,
con furia con rabia
que estas son de esas guerras modernas
ajedrez sin principio ni final.