Padre...
Deja reposar sobre tu regazo, mi alma atormentada por tantos tristes recuerdos.
Necesito por un instante sentir alivio.
¡Ya que el egoísmo de la gente me está lastimando!
Solo te pido...
¡No me sueltes de tu mano! Para así superar este dolor....
¡Que me está martirizando!