Hace pocos días que la conocí, y de pronto supe que es importante para mí, es tan dulce tan especial.
Su nombre es Ana María, una amiga sin igual...
Es carismática y sensible, como pétalos de rosas en un jardín sin sombras temibles.
Sus gestos amorosos son fuente de mi inspiración, que hacen escribir esta tierna carta con una luz en mi corazón.
Ella es amigable, tan sincera que con un simple ¡hola! le saca una sonrisa a cualquiera.
Sus palabras, su madurez, son detalles carismáticos que me hacen ver, el delicado contraste que descubrí en esta mujer.
Su voz, tierna y sensacional, cautivan a cualquiera que con ella quisiera hablar.
Sus pensamientos son tan vigorosos, que te hacen imaginar mas allá del cosmos, su cuerpo tan perfecto, solo hace pensar quien seria el elegido para comérsela a besos.
Aunque la distancia nos separa, siento que la tengo tan cerca, muy cercana, que el tiempo no es nada cuando de mi amiga Ana se trata.
Fue una amistad que floreció en mi personalidad sincera y mis poemas que la cautivaron.
Poco a poco fui entrando en su corazón, dichosa sea mi suerte que Ana me aceptó, abrió las puertas de sus sentimientos para alojarme como un huésped eterno.
Hablamos y conversamos, como el mundo es pequeño habiendo personas de buenos sentimientos en este mundo lleno de caos.
Sé que su personalidad nunca cambiará, eso hace de Ana una persona original, tan directa en sus costumbres que me es difícil engañar.
Sin duda alguna una cosa es esencial, que de todas las personas... con la cual me identifico mas, es Ana María mi amiga sin igual...
Gracias por existir...
