Un ángel encadenado, eso es lo que era. Un ángel incapaz de volar, que no podía ser libre que no podía explorar el cielo. Y sólo por una sencilla razón: amar por querer a una humana, los ángeles no podemos sentir, es pecado sentir.
Pero era bello sentir este sentimiento por ella que sea lo más importante para mí, protegerla de todo, aunque supiera que perdería, luché por ella para que fuera feliz, por eso estoy yo aquí en este agujero negro con mis alas negras que antes habían brillado de felicidad, atadas para no poder volver con ella el mundo es injusto, y no es nada nuevo pero al corazón no se puede mandar y eso el mundo no lo entiende.