Para esa persona especial que me ha despertado una bendita ilusión: Un día llegaste a mi vida y pude comprender la hermosura del cielo en la sinceridad de tu mirada, comprendí que sobran las palabras cuando se trata de expresar los sentimientos que aguardan en el corazón.
Explicar lo que ahora siento es difícil para mi, puesto que ni yo sé lo que es, lo que si puedo asegurar es que me hace sentir bien y, a pesar de no conocer absolutamente nada de ti, estoy convencido de que quiero descubrirte; descubrir tus pasiones, tus esperanzas, tus ilusiones, tus sueños más profundos.
Puede que se te haga raro el que hasta ahora comience a buscarte, siendo que cuando más cercanos estábamos de cierta forma, ni la palabra te dirigía, pero esos días cambiaron y causas en mi una sensación hermosa que no quiero desaparezca; esto que hago lo hago porque el corazón lo manda, la oportunidad de poder formar parte de tu vida es lo que pido, poder ser tu compañero, tu amigo y algo más, eso será posible sólo si tu me lo permites querida amiga.
En tus manos dejo la posibilidad de ser aún más feliz, o el tener que esperar a la persona indicada para ello, de algo si estoy seguro, que contigo mis días estarían más que iluminados de felicidad, pero la decisión es tuya y sólo tu respuesta podrá hacer que mi sentimiento crezca o disminuya. Sinceramente desearía poder probar tus labios que me enloquecen, poder tus manos entrelazar con las mías y abrazar tu hermosa figura al momento que te escucho susurrar un te quiero.