Cuando eres niño todo es lindo, hacerte peinados raros es lindo, vestir como el sexo opuesto es lindo, todo absolutamente todo es lindo.
Pero cuando haces ese pequeño paso hacia la adolescencia todo lo lindo pasa a ser raro, infantil o estúpido, las críticas te matan, la realidad te golpea y te obliga a ser igual al resto, poco a poco pierdes ese toque tuyo y ya no eres especial, sólo alguien más... triste realidad en la que no quiero vivir y entonces me refugio en la imaginación y en el pasado para olvidar y desaparecer de la realidad.