Díganle que aun bailo sola esas canciones que suenan a todo lo que fuimos, que hay rincones aun impregnados con su presencia.
Díganle que aun duele mucho el no escucharlo, que aun guardo silencio para ver si el sonido de su voz y de su risa retumba en mis recuerdos. Que hay días en que los cigarros me saben a él y me hacen mucho bien.
Si lo ven, díganle que me rescató por un tiempo cuando la soledad no era buena, pero ahora aprendí a saborear el café a solas. Cuéntenle de la poesía que escribo, la misma que a él le parecía cursi y aburrida, díganle que ella me sanó y me rescató de su ausencia.
Platiquenle de como sigo leyendo a García Marquez y escuchando a Arjona...
Si lo encuentran díganle que encontré amor en los lugares mas vacíos de mi ser.
Pero nunca le digan que aun lo amo.