Lleva la capa como costra
Se queja de dolor al removerla
Lleva la rabia y el dolor de la última batalla
Lleva el merito a la osadía, es el ser temerario que quisiera ser
Se frota las manos frías
Sabe que no durará por siempre
Pero siempre lucha como si fuera la última vez que lo vieran
Es un imbécil pero con justa razón
Quien podría renegarlo,
Quien podría retarlo,
Quien podría dudar de el si en sus actos va estampada la valentía.
La baba le corre como perro bravo
Sabe que siempre habrá alguien que lo supere y se encarga de que nadie lo note
Se encarga de demostrar al mundo su fiereza
Pero es pálido por dentro
Un demonio vacío de encanto
Le faltan los colores de la primavera
El aroma de una mujer en celo
El libro que nunca escribió además de sus historias en la arena
Soy el guerrero del manto, ese de los ojos rojos por la sal del sudor
Ese que no descansa y que balbucea tu nombre.
Querida.
Al que osara enfrentarme
Que me busque aquí estoy
Solo di como me llaman
Aquí estoy entre la neblina y la pared rocosa
ese es mi lugar favorito
Donde crece tranquilo el musgo y descansan los pies entumecidos.
Estás frente a mí
no dudaré en clavar el hierro en todo tu cuerpo y bañarme con tu apestosa sangre
Total
Da igual
Si no eres tú será otro el que mi hoja pruebe,
Al final
De espadas son nuestros diálogos y de sangre nuestro destino.