Eres en el liceo otra madre para mí,
mi mano amiga que me da consejos;
eres experta sembradora
de nobles conocimientos;
eres una mano suave que guía mi camino
y eres luz que alumbra senderos.
eres, en suma, la profesora, que más cariño tengo
porque has dejado en mí, amor y conocimiento.
De bondadosa paciencia
y de maternal y afecto.
Eres, mi profesora preferida, y lo sabes
o lo sabrás, pero una profesora como tú
nunca nadie la tendrá.
Cuando llegué al liceo por primera vez,
te miré desde lejos y pensé…
Esa será mi profesora la amiga que
nunca imaginé tener, la cual hoy en día
¡jamás olvidaré!
