Esta noche, a solas, a borbotones escapan de entre mis dedos estas letras persiguiéndote compungidas, intentando besarte los labios. Dar el ultimo adiós a aquellos sueños que tejieron las caricias de tus manos, intentando rescatar de los rincones oscuros de mi cuarto el rostro que me mira desde lo alto.
Esta noche quiero soñarte tendida, recoger con la mirada cada pedazo, cada partícula de polvo depositada en tu almohada humedecida con gotas de mi llanto, y dibujarte con estas mismas manos que recorrieron toda tu virginal frescura sobre las sabanas que guardan aun el calor de tu cuerpo para saciarme de ti, para calmar la agonía de no tenerte, para volver a estar vivo, para respirar en un beso el aliento de tu boca, para volver a sentir sobre mi cintura tu cabalgata de Amazona, para repetir un te quiero dulce a tus oídos, para regar sobre tu vientre los pétalos de mi poesía convertidos en rosas.
Para hacerte mía, para no dejarte retornar a ese otro mundo donde habitas, para retomar tomados de la mano las calles que diariamente transito pensando en ti. Para dejar de buscarte en otros rostros, en otra risa, para dejar de sentir la brisa trayendo el olor de tus cabellos, para dejar de mirar un rostro que me mira como queriendo besarme colgado a la pared, pero que no dice nada y que no me escucha decir te amo. Esta noche quiero pedir al cielo que me deje soñarte.