Despierta la mirada con ojos nuevos
Estrenando retina y ángulos nuevos
Generaciones enteras que pasaron detrás mío, silenciosas y perezosas, miopes, grandiosas
Hordas de zombis a mi espalda persiguen el verso, y yo casi mudo, brindo agua, gotas mínimas de aliento y de repente el silencio... nada que decir, la nada después, y antes, yo, y después... nada.
Solos tú y yo, y el quiebro iluso del destino... nada.