PREFACIO
La historia que se cuenta, no es casual que transcurra en el futuro. Porque para ser posible, no hace falta ningún implemento ni técnica no existente, simplemente todavía carecemos de cierta evolución en el pensamiento humano. Es por esto que la recomiendo para los docentes en general, de cualquier nivel, para que se dediquen más a formar que informar, lo cual les será también de utilidad propia. Muchas veces creemos que sabios como Piaget alcanzan para que entremos en el pensamiento evolutivo sobre todo de la infancia, para adecuar la función docente en las etapas justas y correspondientes a cada tema. Pero hay cuestiones que van más allá como es el sentido común que muy poco se ejercita.
El caso más dramático, es la situación nuestra frente a la especie homo sapiens sapiens a la cual todos pertenecemos. Todos nos situamos afuera, y desde allí observamos el desarrollo de la especie, siendo que estamos adentro, inmersos como parte de ella. Esto es válido para cualquier edad humana, es permanente, de modo que debemos ocuparnos de ello a partir del nacimiento hasta la muerte del individuo. Descartamos muchos ejemplos de la Naturaleza acaecidos desde hace milenios que nos permitirían razonar para que no nos ocurran catástrofes acontecidas a otras especies. Y para ellas, la peor de todas, es la desaparición de la raza.
Debemos dejar ciertas necedades de lado, nacidas de nuestras ideologías, lo que permitiría pensar y planificar mejor. Más allá de toda idea, pensamiento o creencia, las especies vivientes existen y con el tiempo van cambiando ciertos caracteres, lo que se puede comprobar simplemente practicando y estudiando un poco de paleontología. Eso se llama evolución. Dejando de lado teorías y relación con causas posibles, es indudable que venga de donde venga esta verdad, para evolucionar debe existir en toda especie una Estrategia Evolutiva Estable. Si ella falla y no se corrige acertadamente a tiempo y según las circunstancias imperantes en cada instante, la raza o involuciona o desaparece repentinamente.
Por supuesto para una gran mayoría de humanos vanidosos, que creen ganarle a la Naturaleza, lo de la Estrategia Evolutiva Estable, es un cuento para bobos, y que siempre dentro de los humanos, perdurarán los más aptos que son indestructibles. Hace milenios una especie pensó lo mismo, y hace mucho que son historia; no existen más. Se trata de los Smilodones fatalis. En griego, smilodon significa diente de cuchillo, por lo cual se reconoce a esta simpática criatura como ´´el tigre de los dientes de sable´´. En realidad pertenece a la rama de los linces, pero el tigre es más conocido, y de allí el nombre popular. Fue el rey de la creación mucho tiempo, y sus colmillos fueron aumentando en longitud hasta llegar a veinte o más centímetros de largo.
La teoría que desapareció por ello, ya que no podría la abertura de sus fauces sobrepasar la longitud del colmillo, cazar presas y comérselas, ha quedado descartada, al comprobarse que su mandíbula evolucionó paralelamente y pudo abrirla en un ángulo superior a los ciento treinta grados. Entonces este rey indiscutible de la cacería mayor y menor, sin competidores posibles, desapareció porque algo en su estrategia evolutiva, no fue estable. Esto nos sirve no para estrujar el cerebro en que fue lo ocurrido, que nadie ha verificado, sino que debe hacernos pensar en nuestra estrategia evolutiva. La pregunta es que necesita para ser estable, y que hoy no tengamos. El motivo es tan elemental y pequeño que casi a diario debemos pisar sin percatarnos a un ejemplo, que son las hormigas y las abejas.
Estudiándolas someramente deberíamos caer en cuenta que para estos insectos lo primordial que supera la propia identidad individual, es el cuidado y bienestar de toda la especie, sin exclusiones, dentro de las pautas que establecieron en su Estrategia Evolutiva Estable. Por supuesto los humanos no pensamos casi nunca en nuestra especie, la consideramos lejana y fuera del alcance. Pero estamos inmersos en ella a diario y para siempre, y sin ella dejaríamos de existir.
Como ejercicio práctico, busquemos que hemos hecho los humanos sin considerar el bienestar y evolución de toda la especie. Casi todo. Lo más dramático es que lo que hacemos que beneficia a todos, no tarda en transformarse en nocivo para la gran mayoría, y muy beneficioso para un grupo reducido inmoral y artero. Como ayuda dos ejemplos: el dinero y las armas. El primero fue ideado para facilitar el trueque de productos bienes y servicios en toda la humanidad. Hoy sirve para que unas pocas personas lo posean casi todo y unos mil millones mueran de hambre. Las armas sirvieron inicialmente para la cacería y proveernos de proteínas necesarias para la evolución en toda nuestra especie. Hoy sirven para corrupción, muerte de los más débiles y desarmados, y asesinatos en masa y a mansalva.
No hace falta mucha suspicacia para darnos cuenta que nuestra estrategia evolutiva de la especie imperante, es inestable y para estabilizarla es de urgencia incluir en cualquier plan que se nos ocurra, la consideración de TODA la especie, y su bienestar. La historia que luego analizarán, determina que esto no es utópico, es muy posible cambiando a un pensamiento que considere e incluya SIEMPRE a toda la especie. Muchos estarán pensando que los que manejan la suerte y destino de este mundo, que son los que dominan al resto se niegan terminantemente a ello e involucran a una gran masa que tiene la esperanza de algún día pertenecer a ese grupo de privilegiados. No les he asegurado que esta labor de cambio sea fácil pero sí es posible. La marginalidad y la criminalidad no organizada, suman millones en el mundo.
Ellos no querrán por distintas limitaciones mentales, ser cabeza de turco en un cambio, pero si se los beneficia y ese beneficio también alcanza al resto de la especie, no será difícil obligarles a iniciar el cambio, y pronto corroborarán que los incluye como integrantes de la especie. Los más duros, que afortunadamente son minoría, aprenderán nuevas cosas y verán que invertir millones en ganar humanidad es conveniente, e irán integrando su participación con el resto de la especie. Los que aún así se nieguen, serán sin duda enfermos mentales, y será trabajo científico encotrar la forma de su cura. Lo extraordinario es que se puede efectuar todo, pacíficamente, con disminución creciente de la agresividad y en forma voluntaria.
Esta historia es un ejemplo, si piensan en función del beneficio de toda la especie, se les ocurrirán seguramente a docentes y alumnos otras ideas mejores, creo que es un buen desafío y ejercicio para comenzar nuestra Estrategia Evolutivamente Estable. Los dejo con el relato. Muchas gracias
Juán Pérez Culfort nació en el otoño de dos mil treinta y uno. A los diecinueve años a guisa de celebración del medio siglo XXI, ha ingresado en el Hospital Penitenciario de Córdoba, sito en Rio Tercero. Se trata del primer caso al menos en Argentina, que una institución destinada a la recuperación de humanos para beneficio de la especie, crece , mantiene y mejora el lugar donde viven personas que habitan, trabajan y se recuperan ellos mismos, que legalmente están obligados a internación obligatoria hasta su alta.
Esto ocurre desde la fundación institucional, hace diez años, gracias al programa instaurado legalmente y la ayuda de cooperativas que adhirieron a la la prioridad por la defensa de la especie humana por encima de intereses particulares, sobre todo los económicos o de nivel social. Ha sido una empresa paradojicamente aceptada e iniciada por lo peor de la sociedad, ya que la ciudadanía común ha negado sistemáticamente un apoyo comunitario a un sistema que contemple la posibilidad de que genéticamente el humano piense en función de actuar en beneficio de toda la especie, en lo material y espiritual, y no en intereses individuales o de pequeños grupos de privilegio.
Creen los expertos que uno de los principales escollos, es que al pensar en función de toda la especie, se tiende a nivelar el acceso material por parte de toda la humanidad. Debe entonces al menos implementarse lo que se llama la satisfacción de las necesidades básicas de la vida para todos sus habitantes. Esto significa, que se tiende a minimizar diferencias al máximo posible, sin cercenar libertades, en las grandes desigualdades que ha conseguido el humano en su historia económica y social hasta la fecha. O sea obrar para que se extingan los megamillonarios y los indigentes, tendiendo a una sociedad de ingresos medios no con sideral diferencia entre lo recibido por los más y los menos agraciados. Lo notable es que esto que suena a quimera o utopía e impracticable en la sociedad, se resuelve fácilmente mediante el uso adecuado de megacerebros electrónicos.
Estos se alimentan introduciendo los datos de variables sociales, costos horarios y de explotación , capacitación necesaria, y otros que determinan matemáticos expertos, para fijar y designar el valor de un trabajo de producción o servicio material o espiritual en cada actividad humana existente. De ser aplicados sistemas en este sentido, y al tener un avance tecnológico de asignación individual a través del ADN, por trabajo o servicio y efectuar débitos por adquisición de bienes; un megacerebro puede llevar el balance relativo de asignación y saldos de toda una población al segundo, y elimina la necesidad del papel dinero o monedas. Pero claro, también elimina la posibilidad de explotación humana, negocios financieros, y abusos de cualquier índole en lo que se refiere a un trabajo o servicio. Lo único necesario es que cada uno tenga un identificador y verificador de ADN a la hora de efectuar cualquier transacción , trabajo o servicio.
El robo se vuelve solamente posible en bienes reales, pero desaparece el hurto de dinero. En el caso propuesto estamos ante un moderno trueque tecnológico de bienes, servicios y trabajo establecido de manera matemática y justa. Pero muy pocos quieren un sistema así, justo, equitativo al cual no tiene acceso la codicia, mentira, engaño, explotación, valuaciones irreales, y otros perjuicios aplicables a la mayor parte de la especie. Un sistema de este tipo, es el que está implementado en el Hospital Penitenciario de Córdoba. Su megacerebro, controla lo que corresponde a cada paciente, y maneja una cuenta en dinero para su relación con el mundo exterior, a través de su Banco Propio Externo. El Hospital, tiene al mismo tiempo una zona industrial y profesional, en donde trabajan los internados, y salas comunes para vivir o pequeños departamentos para los que dada una agresividad controlada, pueden vivir solos. El área de desarrollo laboral y profesional, maneja mediante cupos calculados por el megacerebro, las ofertas de trabajo y de capacitación, en función a lo necesario para que la institución se autoabastezca de lo necesario internamente, y además para excedentes de producción que se puedan efectuar como exportación al mundo exterior.
Esto, luego de los diez años iniciales, gracias a los matemáticos y megacerebro, funciona a la perfección.
Juan Perez, traspuso la puerta de acceso celosamente vigilada, por guardias armados. El perímetro exterior amurallado de la ciudad hospitalaria que cuenta con varias hectáreas, es recorrido por un río que tiene una profundidad de tres metros y un ancho semejante, que en una zona se ensancha en forma de pileta, que es en realidad una pequeña planta potabilizadora ecológica del agua, que al mismo tiempo mantiene el caudal de la misma. El líquido elemento,se extrae mediante motobombas de las napas subterráneas, alejadas de la zona de procesamiento de residuos cloacales, que generan abono para las huertas de los agricultores. Hay un puente levadizo, que rememora los antiguos castillos de la Edad Media, pero con tecnología moderna que lo hace inexpungable e indestructible. Es el acceso único al interior.
El jóven, se admiró del cambio al dejar atrás la muralla interior que bordeaba el río, ya que ingresó a un verdadero poblado, que tenía su zona industrial demarcada e identificada por cuidados carteles y que alternaba con predios agrícola- ganaderos, y un único pabellón con oficinas, escuelas, y una Universidad. Hacia allí debía dirigirse, para presentarse al Director el doctor Pascual Uribe. Le llamó poderosamente la atención que no se veía allí guardia alguno, y le habían quitado las esposas al pasar el puente, luego de un reconocimiento electrónico de la no portación de armas o metales . Era media mañana, las calles estaban desiertas, pero se veía gente en el interior de los predios de huertas, lo cual señalaba que estaba en un mundo habitado. No hacía falta preguntar, ya que todo estaba cuidadosamente señalizado. Calculó que le faltarían unos trescientos metros, en los cuales rememoró sus días pasados. En la cárcel que había ingresado, estaba condenado a perpetuidad. Ya a su edad temprana, había matado a tres personas, y no tenía muchas esperanzas para conseguir la manera de lograr corruptos que lo hicieran salir, ya que estaba muy lejos de poder conseguir mucho dinero. Por ello cuando en la sentencia le leyeron que podía estar en otras condiciones en un hospital, en categoría de enfermo, y que podía salir en libertad mediante el alta médica una vez sanado en forma segura y fehaciente, no lo había pensado dos veces. A los médicos encontraría fácilmente la manera de engatusarlos. Y por lo que estaba viendo, no era difícil allí ´´apretar´´ a quienes lo cuidaran. Se sentía muy capaz en poco tiempo de ser en semejante lugar, el lider.
Seguramente tendría que esperar un tiempo largo hasta que el capo del predio, lo atendiese. En ese lapso seguiría pensando, y trataría de recabar información de como salir de allí, porque vio que el sistema de ingreso a la ciudad del Hospital, era visible, sin embargo del lado interno, no se percibía ningún accionar, como para poder evadirse. Llegó finalmente al pabellón que lucía con un aspecto muy prolijo y bien pintado. Golpeó; una grabación le contestó por un micrófono en la pared lateral, diciéndole que pusiera la palma de la mano en un recuadro que estaba debajo, lo cual una vez realizado, produjo la apertura de la puerta de ingreso. Para su admiración, escuchó desde un micrófono, que sería atendido enseguida . Apenas pasados unos segundos, de la pared que estaba enfrente suyo se abrió una puerta corredera disimulada , y detrás de ella, parado con un guardapolvo blanco impecable, apareció sonriente una persona de mediana estatura y cuerpo delgado con mirada penetrante , que le extendió la mano presentándose como el doctor Pascual Uribe. Luego de solicitarle llenar un formulario destinado al paciente, estuvo cerca de una hora explicándole y evacuando dudas hasta agotar el tema y decirle que sobre la marcha se iría aclarándole cualquier situación. La grabación de la entrevista se la brindó al ´´Internado Juan Perez´´, y decía lo siguiente:
´´ Ante todo, le referiré lo que será el último inicio de su vida, tal cual lo fue en cada uno de nosotros, que hoy desempeñamos este cambio esencial en nuestra evolución como especie. Sea lo que fuere que pase por nuestro pensamiento y la forma o ideología de ver las cosas, sufrirá un cambio total simplemente ante la convicción profunda que siempre, y en todos los casos debe contemplarse el beneficio de nuestra especie Homo sapiens, sapiens, o la protección de la misma ante cualquier contingencia. Fue por ello que se originó la revelación simultánea en varios de nosotros, en el sentido que la delincuencia debía ser tratada de manera tal que el hecho no pudiera perjudicar a la especie, es decir ni al delincuente ni a la víctima. Ambos padecen en el hecho delincuencial, el delincuente porque tiene una estructura que difiere en su accionar al común de las personas, lo cual lo margina, y la víctima por el acto de violencia sufrido y su despojo material o espiritual. Ahora bien, todo nace de un problema mental, que hay que corregir en el agresor para integrarlo a lo que la mayoría de personas considera y establece como normal, y así desaparezca la acción que victimiza a la víctima. Ese problema mental, lacerante, es una enfermedad del espíritu o mente, y como tal hay que tratarlo, separando en forma física y transitoria al enfermo del resto social, para no dañar a la especie, pero manteniéndolo en su dignidad, valores y vida digna. Los únicos capacitados para determinar la caducidad del fenómeno delincuencial, son médicos que en junta, así lo determinen, y solamente en ese caso el delincuente puede ser dado de alta, pasando a ciudadano normal, y por lo tanto reintegrado a la sociedad. Nosotros los médicos especializados, tenemos ahora una gran carga y urgencia en investigar y hallar la manera de corregir los problemas mentales y el área cerebral en la cual se producen, sobre todo en los casos en que ignoramos la causa específica y la manera de corregirla. Porque mientras no lo logremos, no podrán ser dados de alta, por ejemplo los asesinos seriales, los violadores a repetición, los pedófilos , y actores de todo acto criminal compulsivo a repetición. Además necesitamos de la ayuda de los mismos pacientes, ya que se ha descubierto que es posible comenzar a cambiar actitudes en los casos en que la persona lo desee con fervor y sinceridad. Incluído en este plan, hay que lograr de acuerdo a la posibilidad de cada paciente, que produzca bienes o servicios que permitan cubrir los enseres materiales necesarios para él, y que sean al menos equivalentes a lo que consume. Esto se consigue por la acción cooperativa entre los mismos internados. Es por ello que el Hospital se autoabastece, con lo producido en talleres, agricultura, ganadería y servicios, no dañando ni gravando con carga extra al resto del conjunto de la especie. Todo esto se logra con la imparcialidad de los megacerebros que con la ayuda de matemáticos, determinan la cantidad de trabajo o servicio diario correspondiente. Ayuda notablemente a ello, la preparación educativa, por ello poseemos escuelas que son obligatorias junto al trabajo, hasta el nivel secundario, con opción voluntaria al nivel universitario. La mayoría de pacientes, al mejorar se vuelven más proclives al pensamiento en función de la especie y cuando ello ocurre, les enseñamos a practicar ejercicios epigenéticos de ayuda evolutiva, estimulando la disminución de la expresión génica de genes nocivos como son los del egoísmo, codicia, engaño y agresividad. Todo esto es el arranque de lo que vivirá acá en su último inicio, que es la posibilidad de poder evolucionar junto al entorno de manera positiva y bienestar material y espiritual de la especie´´.
Lo grabado continúaba, pero como eran aclaraciones y explicaciones pertinentes, no fueron mencionadas.
Juan, de acuerdo a su estudio primario incompleto, debía terminarlo y luego, como adulto tendría que cumplir con el secundario acelerado. Mientras no tuviese más nivel de preparación para producir mejores bienes, haría labores de limpieza , jardinería y huerta, los que se rotarían como el megacerebro electrónico determinase.
Los estudios primarios restantes y secundarios, no eran iguales en su planificación, con las escuelas no Hospitalarias. Intentaban ser integrales y ganar afecto humano para compartir con la especie. Aprendió lo último que la ciencia y los experimentos de investigación del mismo equipo científico del Hospital, habían encontrado respecto a su problema personal, explicado para que lo entiendese, de acuerdo a su nivel intelectual .
Se maravilló al saber y conocer forma y función de nuestro cerebro y sus áreas. Se asombró que nuestra diferencia principal con otros primates, como el chimpancé era por una menor actividad de la corteza prefrontal, pero dentro de una misma especie, lo impotante era el tamaño ya que se determinó que cuando en el humano era más pequeño que el promedio, casi siempre provocaba actitudes asesinas y antisociales. Pero había algo revelador, que era que el tamaño y la actitud agresiva se podía modificar por acción del entorno, o sea el aumento y disminución de dichos parámetros, se modificaba según el medio ambiente en que el humano estaba inserto. En todo esto también intervienía la amígdala cerebral dorsal y ventral, y el gyrus angular.
También lo emocionó el hecho de la comprobación que las drogas que utilizaba para sus ´´viajes´´ eran causantes de agresividad y pérdida del razonamiento ético y moral, y que inducían al asesinato sin motivo aparente. Le asombró que el equipo de científicos del Hospital estuviese preocupado por no encontrar los orígenes cerebrales y conductuales de la inducción impulsiva y reiterativa del asesinato serial, al igual que la reiteración del violador. Todo esto era tan nuevo para él, que pidió una reunión con el grupo de los investigadores, entre los cuales se encontraban ex convictos que fueron en determinado momento sanados y dados de alta. El hecho que un compañero, Marcelo, asesino serial del cual se estaba haciendo amigo, padeciera de ese problema, lo motivó a solicitar la reunión. De parte del Hospital concurrieron solamente los investigadores ex convictos, para que Juan se sientiera más cómodo. Para Pérez Culfort, resultó algo admirable y esa noche no pudo dormir.
Recordó todo lo hablado por los investigadores de su experiencia personal, que los había transformado. Aseguraban que una vez que lograron escapar de sus drogadicciones, y a pesar de los delitos cometidos y los casos personales diversos de los tres científicos que concurrieron a la reunión, su cambio esencial se produjo al saber que podían con esfuezo propio, modificar gran parte de su vida interior anterior. Pudieron sin intervención externa auto lavar de sus mentes el lastre que arrastraban. Decidirse a pensar en función de la especie y su beneficio, les fue naciendo al ver que estaban con un conjunto de gente que así pensaba y se ocupaba con desinterés y prioridad total a intentar que todos pensaran en la evolución positiva de toda la especie. Por ello todo lo aprendido lo pusieron en el esfuerzo de hallar lo antes posibles, la solución definitiva de los procesos y problemas cerebrales que conducían a las conductas atentatorias contra la especie propia.
Una gran lucha interior y altibajos en el pensamiento y accionar es lo que se desató en el joven. El cambio era demasiado radical y todos los roles y posibilidades eran novedosos. Era tratado con dedicación y afecto, y ayudado permanentemente para tener éxito en vencer su drogadependencia, lo cual representaba la clave de poder acompañar de lleno un verdadero accionar cooperador y de respeto a las nuevas normas de vida. Un sistema de premios y castigos, también controlados por el mega cerebro, era una enseñanza práctica de la vida en sociedad cooperadora. Recibía ayuda en las etapas en que flaqueaba, la brindaba a sus compañeros cuando otros la necesitaban. Tenía en claro que se esperaba en algún momento una rebelión a su cambio interior, máxime que los castigos no eran agresiones personales, sino la pérdida transitoria de beneficios no esenciales para el diario vivir. Lo que más le costaba era que para ser lider natural, lo que allí hacía falta era conocer y saber, y que el que decidía era el más preparado y no el más agresivo.
Sus maestros y profesores, en cada caso, le señalaban las circunstancias en que estaba pensando en todo el conjunto o especie, y obraba en consecuencia, y cuando estaba adoptando posturas egoístas que aparentemente lo beneficiaban, pero que al ser nocivas para el conjunto, lo eran también para la especie. La rebelión final la realizó junto a Marcelo, que sentía necesidad imperiosa de fugarse, al no dominar la ansiedad de realizar un nuevo crimen. Ambos debieron actuar solos, al no conseguir apoyo en el entorno. Tuvieron que desechar la posibilidad de fabricar armas, y todo apoyo externo. Al no haber drogas estupefacientes ni dinero en el lugar, no podían contar con la codicia, y no existía vínculo personal de ningún tipo entre el personal de salud del Hospital y el de guardia cárceles exteriores que vigilaban la seguridad del perímetro exterior. Cualquier necesidad de contacto entre ambas áreas era por contacto anónimo a través del megacerebro que tampoco estaba físicamente allí, sino que obraba por control satelital remoto. Descartada una huida aérea, programaron una salida por el sistema de cloacas y suministro de agua, lo cual les llevó mucho tiempo y esfuerzo. Estuvieron por desistir en varias circunstancias, pero el punto final lo determinó un avance en la investigación en la compulsión de los asesinos seriales para realizar un nuevo crimen. Los investigadores encontraron el receptor cerebral que intervenía en ese hecho y fármacos que lo bloqueaban. Comenzaron a ensayarlo en el Hospital, con éxito, sin que los reclusos lo supieran. Al desaparecer transitoriamente la compulsión asesina en Marcelo, comenzó en él a primar lo que ya había ganado en pensar en la especie y sus resultados en la vida real, y decidió contar al Doctor Pascual Uribe, lo que estaba ocurriendo. Cuando Juan estuvo frente al Director, estalló en un llanto amargo. No hubo represalias, solamente retardos. A Marcelo le estaban por asignar una mascota solicitada, lo cual fue pospuesto por un año, y Perez que iba a conseguir una habitación propia sin compartir, debía continuar doce meses más en el pabellón común, compartido.
Pasaron diez años, durante los cuales hubo avances positivos muy grandes en el Hospital Penitenciario de Córdoba, de tal magnitud, que los pacientes que sanaban y eran dados de alta, cumpliendo con todos los requisitos legales, por todos los medios posibles permanecían con su trabajo en el Hospital, pero se reintegraban a la sociedad con su vida en el exterior. Juan Pérez era entonces Licenciado en Filosofía y Letras , y ahora por iniciativa y voluntad propia, seguía trabajando en limpieza la mitad de su tiempo laboral, y la otra mitad la destinaba como profesor en la Universidad del Hospital. Marcelo, ahora médico sanitarista colaboraba también en la investigación de la compulsión al crimen de asesinos seriales y violadores, ahora atenuada gracias al bloqueo de los receptotes cerebrales de agresividad, descubiertos allí diez años atrás . Su investigación personal se centraba a la suerte corrida en todo el país, por asesinos y delincuentes compulsivos, que habían salido de cárceles comunes, ya fuera por haber cumplido con la pena, o por otras causas. Hacía comparaciones con él y los demás que en la misma situación, en el Hospital no habían conseguido aún su alta médica, porque aún se desconocían factores y localizaciones que podían despertar nuevos impulsos agresivos seriales. Los provenientes de cárceles comunes, algunos seguían el tratamiento de inhibición de la agresividad reiterativa, con lo cual se disminuyó la cantidad de muertes, no así los que no lo seguían, los cuales cometieron nuevos crímenes. Por otra parte, el concepto de vida diferente en un capitalismo en decadencia, con el espíritu cooperador en función del bien de la especie, existente en el Hospital, con un auge en el bienestar de sus participantes, marcaba un abismo creciente entre las distintas formas de bienestar que se lograba con los diferentes conceptos.
Finalmente un día llegó gracias a los investigadores del Hospital y a la comunidad en general la noticia que se compraba un predio vecino para instaurar un Hospital Penitenciario femenino, para ampliar el concepto de evolución de la especie a las mujeres. Se establecería entre ambas instituciones una comunicación para intentar una vida post detención, que fuese familiar para difundir los preceptos fundacionales. Estaría a cargo de una especialista femenina en salud penitenciaria. Por supuesto, hubo que esperar unos años para poder establecer uniones entre personas masculinas y femeninas provenientes de altas médicas de ambos nosocomios. En ese interín se descubrió lo que fue motivo de un premio Nobel, las causas y mecanismos cerebrales que producían la enfermedad asesina compulsiva serial , y su tratamiento definitivo. Se produjeron las primeras altas masculinas y femeninas, en los dos sectores del Hospital, entre las cuales estaban las de Marcelo y una doctora de nombre Aurora.
Ambos se casaron, constituyendo el primer matrimonio con ex pacientes del Hospital Penitenciario. Siguieron trabajando para el nosocomio, pero viviendo en una población cooperativa cercana, creada básicamente por ex enfermos del Hospital, que tenían un sistema económico similar al del Hospital regido también por el mismo megacerebro que manejaba satelitalmente esta institución.
El matrimonio siempre recuerda su último inicio y consideran que realmente ha sido así, en todos los sentidos. Se han podido liberar para sí y para la especie, de su terrible enfermedad, de la cual anteriormente eran esclavos. Bien saben que si no hubiesen intervenido en la investigación que finalmente fue totalmente exitosa, aún la causa y mecanismo mental del asesinato serial seguiría siendo un misterio. El último inicio, no tiene otra opción porque lo obtenido va marcando una Estrategia Evolutivamente Estable para la especie humana, que no tuvo éxito en los últimos milenios.
La cooperación indica también la armonía que se establece con la Naturaleza en el sentido de una pauta fundamental de la evolución biológica, como lo marca el logro de las células madres que se especializan en distintas funciones, para crear órganos, que se unen en coparticipación en los sistemas y logran finalmente un ser pluricelular, muy superior a las células iniciales. Es lo que la sociedad necesitaba para hacer evolucionar a sus células individuales que son los individuos humanos. Esa unión es la que procura la instancia superior que es la especie humana. Formada por algo que es más evolucionado que lo anterior, porque estas nuevas células que somos nosotros, tenemos una conformación que es material-energética-espiritual. Y lo que se proyecta es una especie cada vez más energética espiritual en función de una menor materialidad.
El mundo de la vida, tuvo un sentido evolutivo que se produjo en los animales. Ya fuera por la supervivencia del más apto u otra causa atendible, de acuerdo al gusto y análisis de cada uno, llegó un punto en que apareció el razonamiento perfeccionado y determinó que quedara a nues- tra decisión los caminos a seguir, con el ejemplo de la evolución animal para que en base a ello decidamos. Pero al mismo tiempo para que pudiéramos analizar cuales son las leyes y pautas que la Naturaleza nos marca como necesarias para que recorramos el camino correcto. En cambio nuestra especie, no tomó la historia Natural previa para orientarse en la evolución, sino las argu- cias propias que nos ofreció el razona miento en combinación con la creación de métodos de sojuzgamiento para dominar a los individuos más débiles o menos agresivos. En este siglo XXI, se se profundizaron y agravaron errores cometidos, pero el humano se negó a reorientarse.
Marcelo y Aurora, como expresión de los grupos nacientes del último inicio, recalaron en el cooperativismo orientado a este nuevo sistema, con una distribución de bienes y acciones humanas circunscriptas a las posibilidades Naturales, tal como ocurre en todas las demás especies de los seres vivientes, sin instaurar modificaciones virtuales. Estas representan a especies virtuales no reales dentro de la especie Natural existente.
Se comenzaron a instaurar conjuntos que compartían megacerebros electrónicos para organizar el sistema que cada grupo determinaba, que diferían de forma, pero respetando totalmente el concepto de pensar y obrar siempre en función al beneficio de toda la especie. Se estableció finalmente a través de los más marginales un sistema alternativo al que se negó sistemáticamente el statu quo, que con el transcurrir en la coexistencia con el imperante sistema capitalista, ofrecía la opción de una forma diferente de encarar la suerte y destino de la humanidad. A partir de ese hecho, se estableció una competencia entre las islas pro especie, y el capitalismo dueño del gobierno de las naciones, pro acopio de dinero y bienes. El problema del sistema imperante desde milenios, era poder comprobar la ilegalidad del ´´último inicio´´, y la necesidad de borrarlo de la faz terrestre.
Mientras el mundo seguía su curso, en el Hospital femenino las investigadoras ganaron otro premio, al encontrar las bases genéticas y neurológicas que determinaban la agresividad tendiente al delito asesino.
Eso valió para que Juan Pérez Culfort, se prestara como voluntario en el proyecto de atenuación de la expresión génica en ese problema. Simultáneamente se creaba una tecnología para medir la intensidad y variabilidad de ese tipo de agresividad. Juan, puso todo de sí y su fehaciente voluntad de cambio con lo cual logró con ayuda epigenética minimizar a valores normales su intensidad agresiva, de manera definitiva. Luego de un año de comprobaciones se le dio el alta médica y abandonó el Hospital.
Salió rumbo a la cooperativa más cercana adherida al sistema, mirando de soslayo al sol que ahora alumbraba su nueva vida.
Llevaba en su mochila, el trabajo realizado en el último año, referente de acuerdo a estadísticas lo que sería su vida saliendo de una cárcel común, comparado con el alta médica obtenida. Según la estadística carcelaria, su vida sería corta ya que comenzaría a delinquir en breve lapso, siendo abatido en algún enfrentamiento. Con el alta médica, estadísticamente había una posibilidad cercana a cero, de agresividad, y de impulso hacia la misma, con lo cual debía conseguir trabajo y hacerlo para asegurar lo ganado en su ser, en instituciones de consideración total al accionar en pro de la evolución positiva de la especie. Cuando llegó a la cooperativa y lo atendieron, lo incorporaron sin dudarlo en un equipo destinado a la educación , en el cual conoció a la docente Iris, con la cual se produjo un enamoramiento mutuo y decidieron luego casarse. La comunicación entre las islas pro ´´último inicio´´, era fluida sobre todo que varias de ellas terminaban siendo asistidas a veces por los mismos equipos matemáticos, y casi siempre por el mismo megacerebro, con capacidad satelital y operativa para múltiples islas, a pesar que cada una se administrara de manera diferente, ya que en el fondo confluían al considerar todas el beneficio de la especie ante todo.
En esa relación se encontraron sin pensarlo, Juan y Marcelo. El abrazo que se dieron duró varios minutos, y decidieron reunirse apenas terminada su labor para contarse todo lo sucecido a cada uno. Convinieron en una salida con las esposas para que se conocieran entre sí, y congeniaron maravillosamente a través de una empatía que brotaba de su interior, que condujo a un interés común para hacer todo lo posible por el crecimiento mundial de sus islas , para que pudieran alguna vez unirse con otras, al menos en la faceta espiritual y lograr con el tiempo un pequeño continente evolutivo.
Con este encuentro, se formaba metafóricamente un cuarteto, que soñaba con la ejecución de una suerte de obra musical que se iniciaba en las notas graves y que luego debía irrumpir en un crescendo de potencia avasallante , y un contrapunto de cada vez menor vigor, para incorporarse luego de lleno en el conjunto y terminar en un allegro heroico y triunfal. Era la dificil labor de incorporar al conjunto de toda la especie, a aquellos que siempre se negaron a hacerlo, y hasta tuvieron las herramientas ´´legales´´ y moralmente falsas para partir en pedazos a los que lo pretendían. Era una cuestión de fondo musical, porque la música es paz, y a través de su concepto hay que conseguir armar los acordes de un entendimiento y brillantez de toda la especie, para que la orquesta pueda conseguir el apoteótico final esperado.
Aurora, Iris, Marcelo y Juan, debían, valga la contradicción, apuntar a ganar una guerra pacífica. Para ello, estaban en un desarrollo material de la especie, en la cual las máquinas y cerebros artificiales, ganaban largamente en velocidad de asociación y producción de pensamientos y acciones mentales, al ser humano. Pero no pueden las máquinas superar el nivel de inteligencia, porque se alimentan de la que los humanos les proveen. Las batallas pacíficas eran a largo plazo, en cambio en velocidad ganaban los compradores de voluntades, que poseían el oro del mundo.
Los cuatro partícipes, tenían en claro lo que había ocurrido con ellos. Provenían de la resultante genética de oposición a aberraciones ocurridas en la especie. Las aberraciones del homo sapiens sapiens, ocurrieron desde hacía milenios, por el hecho que la especie fue manipulada en forma de canibalismo a veces real y otras intelectual. Y este hecho, reemplazó a la pelea en los animales por las hembras y la jefatura de la manada, lo que había ocurrido en los mamíferos como instauración de poder. Pero ocurrió de manera más cruenta y generalizada, especialmente cuando ya creado el dinero, se asoció al poder y al engaño. Como respuesta epigenética en algunos individuos, o grupos, se instauró un cambio genético heredado en defensa de los grupos afectados. Y se generó una defensa que en algunos casos era de expresión génica exageradamente estimulada, por una creciente agresividad de grupos que pretendieron y de hecho lograron dominar a más sinceros o poco agresivos.
Es muy probable que este haya sido el inicio de cambios no deseables en la agresividad y luego por fallas genéticas o cambios no deseables, se generó epigenéticamente el caso del asesino serial. Esto es algo común que ha ocurrido en la evolución de todas las especies, como posibilidad de generar equilibrio dentro de la misma, pero en el caso humano ha sido exagerado por lo sucedido entre los individuos humanos. Los grupos que surgieron como dominantes, fueron los que establecieron el derecho que aún nos rige y todo el invento que hicieron en pos de defender y establecer su dominio. Gran parte de lo inventado fue en contra de la especie. El lugar físico de nacimiento es un atractivo incosciente del individuo, y sirvió como baluarte en cuyo entorno se establecieron dominios y pertenencias atractivas, no para vivir en conjunto, sino para adquirir poder y estimular la agresividad contra el visitante distante que quería establecerse. Para conservar lo dominado, nació la agresividad y el derecho de pertenencia, mediante símbolos sagrados que con el tiempo y crecimiento del lugar conquistado vieron nacer a la nacionalidad, el país, el imperio, el dominio, y los símbolos sagrados, como la bandera, el himno nacional, la soberanía, la patria, todos estandartes que permitieron agresividad y muerte a través de milenios en lo que se denominó legítima defensa. A ningún conquistador satisfizo jamás el terreno de su casa u hogar, y hubo que mandar a morir a muchos millones en defensa del sentir y avidez del conquistador. Si el humano hubiera pensado un segundo, en función de su especie, dividiría los lugares vacíos según el agrado diverso de los futuros habitantes, ayudando a mejorar lugares adversos, y ganar territorio útil para benefico de todos los humanos, respetando vida y Naturaleza. Este fue el inicio de los errores, y el implante del sentir egoista, lapidando todo con un sistema económico de posesión del más astuto, y el más cruel, no el más capaz de evolucionar.
Aurora Iris, Marcelo y Juan, sentían en común que lo que habían heredado era una expresión génica muy exagerada de agresividad compulsiva ante un peligro acusado por una diana que trastocó lo real, y lo llevó a un extremo compensatorio, exagerado y compulsivo, para una pretendida defensa personal. Y la fijación en algo que generase una actitud agresiva y mortal de ataque, con el fin de defenderse, como era el motivo compulsivo de un asesino serial. Esta respuesta nació no de la Naturaleza sinó de una defensa epigenética desviada, por lo cual al descubrirse el mecanismo y el error genético, fue posible eliminar el mecanismo antinatural. Fuese correcta o no la sensación, el hecho concreto fue que el tema seguridad se resolvía simplemente al pensar en las personas como parte de la especie y proceder a sanar sus desvíos, como logró el Hospital, y no con castigos y premios que mucho tenían que ver con intereses y dominios, que liberaban en las calles a asesinos no tratados, y que mediante el estímulo de drogas estupefacientes o alucinógenas, producían el terror en el seno de la especie. Se resolvía el tema seguridad, su costo, los crímenes, el narcotráfico, al establecer sistemas múltiples que conformaban a sus integrantes, con la única condición de que se generaran estrategias con la mira puesta sin excepciones en la evolución de todos los individuos de la especie. Y ayudados por megacerebros alimentados por los más lúcidos matemáticos de cada isla formada. El problema del derecho y el cambio, residía en su mayor parte en que todo el derecho fue creado por los dominadores cubriendo sus intereses y jamás por los dominados.
Al obrar en función de la especie, desaparecían dominadores y dominados, eran simplemente conjuntos de cooperación en aras del bien común, y con un reconocimiento solamente al trabajo personal individual, o lo que representaba un servicio efectuado, no pudiendo por ello generar grandes acaparadores y millones de seres injustamente hambreados.
Al terminar el siglo XXI, en el sistema del ´´último inicio´´ se había imposibilitado la delincuencia en general, ya que el balance económico de cada persona, cuidado por la identidad de su ADN se establecía a través de los Megacerebros actuantes en cada caso, y no se podía de manera alguna efectuar transacciones no existentes, ni no genuinas, como compraventa de drogas, armas, ganancias financieras, servicios o trabajos no prestados, y otros operativos no productivos o servicios que no fueran para una mejor vida, o no aceptados por el megacerebro. Había todavía mucho por pelear y discutir con el sistema tradicional porque aspiraba en su voracidad sin límites, y sus legislaciones antiespecie, aplicar impuestos y gabelas a las islas en muchos casos confiscatorios, con el fin de acopiar y producir corrupción por parte de los dirigentes del sistema antiguo. Pero algo era prometedor y era que gracias a antiguos delincuentes y asesinos sanados y personas comunes que entendían que la única forma de evolución era el desarrollo de la especie toda, se iba integrando cada vez más gente que tomaba confianza y vivía más tranquila con la postura del nuevo sistema. La fortaleza era la paz de la comunidad, y el abandono de la agresividad y el engaño, como paso primario para lograr evolucionar voluntariamente sola mente con la sinceridad y honestidad para que se pudieran lograr mediante una concentración mental los cambios epigenéticos necesarios beneficiarios para el entorno y luego a través de la cultura, a la descendencia.
Finalmente el humano se consideraba parte de un conjunto que formaba toda la especie, y que era una integración material-energética-espiritual, con tendencia a crecer en lo espiritual y disminuir en lo material. La nueva visión era la única aparecida que por el momento evolutivo, podía acompañar al humano y evitar la desaparición de la especie. Que así sea.