La madurez se adquiere conforme crecemos como personas. Y adquiriendo dominio de nuestra vida y emociones. Madurez es el arte de aceptar lo que no se puede cambiar, y cambiar en uno lo que si sé puede. Puedes tener 60 años, hijos, nietos, y jamás madurar. Y puedes tener 16 y ser maduro. Madurez es el equilibrio entre mente y corazón. El equilibrio en la vida cotidiana es el arte reconocer en mi propia persona los defectos y virtudes, y así mismo aceptarme y amarme para poder amar a los demás.