Hola,
Es la primera vez que te escribo... sabes que aunque te parezca anticuado yo soy así... soy un amante de los de antes, me gusta ser caballero y un romántico de corazón, así soy.... y tambien tengo que confesar que no te esperaba, yo no buscaba a nadie, tenía el corazón y el alma rota, vivía atrapado, preso por mi propia voluntad... pensando que estaba envejeciendo, pensando que estaba próximo un final... y llegaste tú.
Llegaste primero como una suave brisa, muy sutilmente cuando te sentabas frente a mi escritorio a platicar y sonreír... yo seguía trabajando pero me gustaba que te sentaras conmigo... y yo jugando comencé a platicar más contigo... salió mi espíritu de héroe al saber un poquito más de ti y notar tu desesperación cuando no te salían las cosas.
Poco a poco comenzamos a platicar más... cuando llegabas me buscabas, me traías de desayunar... te invitaba a comer y nos divertíamos mucho juntos... no sé cómo pero conseguiste mi atención, me gusto estar contigo... y sin saberlo comencé a quererte, empezamos a textear y a hablar casi todo el tiempo, y sin notarlo tú eras la última persona con la que hablaba en el día y la primera con quien hablaba al día siguiente y cuando me di cuenta tú sabías cosas de mi que nadie más sabia y me confiaste que yo era una de las dos personas en el mundo que más te conocía... estaba feliz... la gente se refería a nosotros como novios, matrimonio, pareja.... y nos decían que éramos el uno para el otro, no sabía porque decían eso o que veían el nosotros hasta que un día y de repente esa calma se transformó en una tormenta... en un huracán... sin razón te aislaste, me dejaste, te busqué y no quisiste.
Hablar, se me rompió el corazón una y otra vez fueron tres meses horribles y de repente, de la nada apareciste otra vez, pero no era igual, te mostraste distante y prudente... hasta hoy que por fin decidí que me cansé, que quiero que esa tormenta se acabe, que hasta aquí llegue y te digo adiós, un adiós que te dije muchas veces pero fue el despecho mas que el amor... sabiendo que te amaba... ahora es distinto ya no quiero sufrir por ti, es un adiós definitivo y es el funeral de este amor que nació de la nada, sin buscarlo solo fue el destino aunque compartimos cosas que con nadie más podré vivir y estaré marcado de por vida por eso más sin embargo esto es un hasta aquí, adiós mi amor y punto final.