Sabes tengo tanto que decirte y tanto que platicar contigo, pero es que desde que volví a platicar contigo no podía estar tranquila; deseo tanto verte, escuchar tu voz sé que soy ajena a tu vida que desde hace algunos años me convertí en tu fantasma y que en indudablemente en varias ocasiones pensé en ti, deseo tanto volver el tiempo y cambiar nuestra historia... Sabes si aquella tarde hubiera sabido que era la última vez que te abrazaría y que vería tus ojos, jamás hubiera permitido que te alejaras, no sé el motivo que me hace pensar en ti.
Solo sé que te recordaré como aquel niño que fue medicina a mi vida, en algún momento de mi vida.
Solo puedo decirte que te quiero como no tienes idea y aunque se escuche descarado de mi parte, me gustaría volver a probar tus labios alguna vez y abrazarte tan fuerte como aquella tarde.