Para: Ella
Hola:
Sentado, revolviendo las cosas que jure jamás volver a tocar encontré tu fotografía, esa donde sonreías, donde tenías esa sonrisa de la que me enamoré hace años, me dejé llevar por el recuerdo de aquellas tardes tomados de la mano, de aquellos viajes donde compartíamos un asiento, de aquellos momentos en los que nada importaba mas que decirnos “Te amo”, de aquellos juegos de niños, de las oraciones que compartimos, las canciones que te canté compuestas por mi en tu nombre y las que interpreté para ti, de los besos robados y otros pedidos, de las sorpresas que tanto añoro, de ese último baile antes de despedirnos para siempre.
La nostalgia se volvió mi fiel compañera desde tu partida, tu recuerdo me acompaña todos los días de mi vida, tu voz resuena en mis oídos esperando escucharte pronunciar mi nombre, como si no hubiera pasado ni un solo minuto desde tu partida. Caminar por las calles que compartimos se volvió una travesía por un campo minado, minado de recuerdos que atacan mi alma como ejército mandado a acabar con mi aliento, comer en aquel restaurante se volvió solitario, orar contigo pasó a orar para que no me dolieras tanto, Dios se volvió mi fiel consejero en este camino que comenzó desde que te fuiste; en el encontré fuerza para no volarme los sesos y terminar con el sufrimiento que me dejó tu partida, no te voy a mentir, aun te extraño, aun te pienso, aun te quiero con todo mi corazón y para prueba de ello aquí me tienes escribiéndote una carta que tal vez jamás leas.
Sé que tú no quieres saber nada de mí y que has hecho hasta lo imposible para sacarme de tus pensamientos, que jamás preguntas por mi y que lo que yo haga te da igual, pero eso no me impide que te deje de querer, no me impide que alce la voz al cielo e implore a mi Dios, Dios que una vez nos unió, que donde sea que estés y con quien estés seas lo mayormente feliz y que el llanto, la tristeza y la desdicha se aparten de tu camino y solo te encuentres con el amor, con aquel amor que ya no te pude dar.
Quisiera regresar el tiempo y volver a ser quien te amaba como un juego de niños, volver a tu mirada y olvidar el sufrimiento que nos causamos mutuamente; quisiera volver a esos verdes campos donde nos sentamos y caminamos, quisiera volver a tomar tu mano y besar tus labios, tocar tus mejillas rosadas mientras mi mano acaricia tu cabello, volver a abrirte la puerta de coche y verte parada en el pórtico frente a mi puerta, volver el tiempo y reparar todos mis errores. Pero ese tiempo ya pasó y sé que ahora alguien mas ocupa ese lugar, lugar que desperdicié en mi momento y de lo cual estoy inmensamente arrepentido.
Si alguna vez llegas a leer esta carta solo sonríe y recuerda que donde quiera que yo este…
Estoy pensando en ti.
Hasta siempre
Atte. Quien más te ha amado.