Quisiera que tener un hombro para llorar, unos brazos para encontrar consuelo unas manos que calmen mi angustia unas palabra de aliento, alguien que detenga mis gritos de dolor que aligere mi tristeza y desaparezca mi angustia, alguien que me haga fuerte que me de fuerza para enfrentar la vida que no me deje caer cuando me siento hundida que valore lo que soy, y no exija de mí lo que no puedo dar…
Que sepa no miento cuando digo "no puedo" que mi enfermedad es real no imaginaria, que no me torture continuamente, ya bastante tengo con la tortura de mi propia vida, que me muestre el camino para poder decir ¡basta! para tomar el control de mi vida, que nadie tome más decisiones por mí ya no soy una niña que tienen que dirigir, quiero vivir una vida sintiéndome libre de poder expresar mis pensamientos, sin temor a ser juzgada por ello, sin ser vigilada todo el tiempo.
Señor tú que tienes en tus manos mi vida, tú que eres dador de vida y fe,
atiende mi suplica, ayúdame a tener fuerza para recuperar mi vida, antes que termine hundiéndome en total abandono, de no saber más de mí
de perder el control, la razón, la cordura, de lo que es real o inventado, de lo que soy culpable o inocente, de lo que hice mal o de mis pecados, ya no sé si estoy de pie o flotando, ya no sé si vivo o sólo existo.
Ayúdame Dios mío a comprender, lo que es esta vida mía.
Colaboración de Cenicienta
México