Ahora que he cruzado sin pensar la puerta de la muerte,he perdido la oportunidad de decir adiós.
El destino me a negado la cordial despedida,pues los esfuerzos fueron en vano para salvarme la vida.
Pero estoy aquí,en mi propio velorio invisible para todos pero yo los veo y los oigo.
No me lloren que mi adiós no sea causa de llanto,que les sirva de consuelo,que en las alturas del cielo en paz los estaré esperando.
A ustedes mis amigos les pido disculpas por ser la peor de las amigas,por no pedirles ayuda,por ser egoísta y fingida pues tenía contado mi tiempo y soporté el doloroso silencio sin decir una sola palabra.
Les agradezco a todos por soportarme estos años mis locuras,mis pensamientos y los daños que les pude haber causado.
Gracias a mis amigos por darme su amistad de corazón,por dejarme compartir alegrías y tristezas.
Ahora es tiempo de partir,tuve ya la oportunidad de despedirme. Y aunque se que no me vieron ni escucharon lo que dije,se que sintieron mi presencia,por eso dejo mi esencia en sus corazones.
Me despido con nostalgia a Dios a todos estarán en mi corazón a donde quiera que vaya.
Colaboración de Elena Ivette
México