En la penumbra de la noche y sin la presencia de la luna alumbrando como de costumbre se siente la soledad, cobijándose esta en la tristeza de un alma sensible cuyo corazón quisiera galopar sin regresarse a ver el pasado, solamente galopar y vivir el presente, el cual se visualiza a través de una cortina transparente que muestra las oportunidades que le tiene la vida para disfrutar un mundo diferente al vivido.
Colaboración de Yeya
Venezuela