La respiración se detiene, el corazón late mas fuerte y mi mente busca darle orden ha estas ideas de buscar las palabras que describan lo que siento.
Las manos me sudan y lucho contra las lágrimas que asoman a mis ojos, para no llorar por este adiós tan anunciado y tan postergado.
Antes de que me odies, permíteme decirte que eres lo que me ha dado fuerza para superar esta tormenta, que sin tus palabras en silencio estaría sucumbida en la desesperación.
Y es que sin proponértelo cambiaste mi vida, mi ritmo, mi espacio, mi tiempo, mi historia, mis sueños y me agregaste risas, dudas, y un par de fantasmas y este amor que te tengo.
Analizar el pasado no tiene sentido, lo que importa es que por el, hemos llegado a donde estamos.
Quiero que sepas que la manera en que me despida será muy dolorosa, porque aunque he comprendido que en ti no encontraré el espacio que tanto anhelo como mujer, si encontré a un amigo, a un cómplice y a un confidente.
Hoy no deseo preguntar, deseo a agradecer haber expuesto lo que tienes por darme un poco de felicidad, se que también hice mi parte; te juro que siempre traté de que estuvieras bien, que por momentos olvidaras los problemas, las presiones y todo eso que en silencio te atemoriza; se que no siempre lo cumplí, pero lo intenté y siempre te tuve presente en cada uno de mis días.
Se que mañana buscarás a alguien más que distraiga tus momentos y no me molesta pensar en ello, yo me quedo con la firme idea de que solo me recordarás.
Me voy con el corazón lleno de amor, y el sueño de pensar que en un algún momento recordarás que las azucenas son para regalar en foto, que las rosas no me gustan porque son fáciles de conseguir, que sobas antes de dar el golpe, que en la lista de papelería o cafetería al final te pediré un paquete de besos y abrazos, que aunque hayas tenido un día gris yo haré canciones, que me reiré de tu mala ortografía y tal vez algún día vuelva para encontrar a ese amigo de la oficina, que me veía llorar y al que le dije que para mi era muy fácil ganarme la confianza de la gente y en una segunda cita estaba en la mesa de un bar llorando y yo abrazándolo.
Ojalá hagamos lo posible por mantenernos en contacto, te amo, te quiero y me gustaría saber de ti, además recuerda un email no cuesta nada solo quiero que me digas lo importante que llegué a ser en tu vida y que más que la mujer te interesa la amiga, ojalá de verdad se pudiera. Cuídate y quiérete mucho.
Yo estaré bien, lo prometo y ya no lloraré te lo prometo,
aunque tu digas que las lágrimas lavan el alma, la mía ya
esta muy deslavada y quiero darle tiempo a que se recupere.
Colaboración de Delia Morales
México