El calor del verano derrite el amor
Que pronto volará,
En busca del invierno para que congele el dolor.
El silencio de la noche
Me sirve para sentir la soledad de la despedida,
La tristeza de la huída,
Cada vez mas cerca
Se desliza por mis mejillas.
Donde iré no lo sé,
Donde terminaré no lo sé,
A quien amaré no lo sé.
Volaré lejos,
Para fortalecer las pocas carencias
Que la niñez me dejó.
Soñaré despierta,
Para encontrar la ilusión
Que con cada pesadilla surge su destrucción.
Pero regresaré de nuevo en verano,
Pero esta vez con la dureza del invierno,
Con la fuerza de la lluvia,
Con el frío del viento.
Para enfrentarme a todo aquello que dañe al corazón.
Dedico este poema con todo mi amor a mis dos hermanas (Silvia y Julie), Pedro, Anxo y Bea por todo el apoyo que me han dado cuando peor lo estaba pasando, por convertir mis lágrimas de dolor en lágrimas de alegría.
Gracias por darme la fuerza para hacer lo que mas quería y dejar las dudas a un lado.
No se cuanto tiempo me iré, solo espero que sea poco, y si es por mucho tiempo es porque he cumplido mi sueño. Dejaré volar mi vida para aprender más de ella y a no sufrir por tonterías, para crecer, y para vivir.
De nuevo gracias por todo, por esas noches de juerga y ese apoyo incondicional
Os quiero muchísimo.
Colaboración de Diana Carbajales
España