Cuando niño,
jugaba con la almohada
al boxeador, que busca la victoria.
Cuando adolescente
y recostado en ella
pensaba en la chica de la escuela.
Cuando adulto
y pensando en todo
reclinó mi cabeza en ella,
acuden a mi mente en caravana,
la vivencias tristes, las vivencias bellas.
Si todo aquello que he soñado, no sé cumple, me queda la satisfacción, de que lo soñé.
Colaboración de Hugo Fredy Aros
Colombia