Detengan ya las autopistas y los vuelos comerciales,
que el amor no haga esta noche a las parejas,
abran las cárceles y liberen a los presos,
salgan los muertos de sus tumbas y los enfermos de los hospitales,
desalojen discotecas, clubes y bares.
Suspéndase la edición de los diarios de mañana,
y apáguense todos los radios y televisores.
Qué no quede nadie dentro de bibliotecas, cines o restaurantes,
de sus casas salgan hombres, niños y mujeres,
suelten lápices, pistolas y cigarrillos,
deje el presidente de dictar leyes,
y se prohíbe a cualquier cura confesar esta noche algún mortal.
Déjense en la mitad de la calle buses, autos y taxis,
abandónense a su suerte los relojes y canciones,
no hay tiempo para funerales ni carnavales,
ni para musas, dioses o demonios.
Callen todas las luces de la ciudad,
apaguen el ruido que queda aún,
¡Salgan! ¡Salgan todos!
¡Vengan! ¡Vengan todos!
-Y ahora que tengo su atención,
hay algo que debo decirles-
Dijo el niño con la cara sucia y el abrigo roto,
-Miren que hoy hay luna llena,
majestuosa, misteriosa y pícara se presenta.
http://andresborja95.blogspot.mx/
Colaboración de Juan del Sur
Colombia