Es una mañana lluviosa y no sé cómo expresarte las lágrimas de mi corazón, imaginé que siempre seríamos felices pero fue un engaño, tu frialdad se apoderó de ese calor apasionante y tu silencio está matando mis sentimientos. No sé cómo hablarte, cómo decirte que me siento tan sola que a veces tu presencia es como una pared fría, rígida, sin magia.
Creo que fue una equivocación el querer sentirme amada, debí ser quien ama hasta el final aunque significara amar en silencio y sola, pero amar sería un verbo que estaría siempre y no el que tengo ahora en ausencia. Tu magia se me esfumó por tu inmadurez y me rio porque creo que estoy llegando a la locura de la espera de un día dejarte y seguir mi fantasía. Hasta que ello llegue, esperaré mirando la lluvia.
Colaboración de Mae
Bolivia