Al escribir esta carta pensé en todo y lo poco que hemos vivido juntos. Sabía que al escribirte quizás lograría captar tu atención, pero lo que verdaderamente deseo y anhelo es atrapar la hermosura de tu corazón. Entiendo que aunque tenga a Dios dentro de mí, falta aún una parte para satisfacer mi vacío y esa persona eres tú...
Te confieso, ha sido muy difícil mantenerme en espera. He llegado a tal punto como esperar un náufrago en medio del mar a su tribulación, sin saber si será rescatado por las garras del amor.
He vivido un gran dolor y una profunda tristeza al mirarte con la persona "que te ama" o finge que te ama, pero como te he dicho, muchos aborrecen lo que tienen y otros anhelan lo que los demás aborrecen... Cuando estoy frente de ti pienso en darte un simple abrazo, quizás rociar mi piel con la tuya o manifestarte a gran voz a tal punto que las personas o animales de nuestro al rededor fueran sorprendidos con el sentimiento que hay dentro de mí...
¡Porque yo a ti te amo!
Colaboración de Camilo Camacho
Colombia