Anoche pinté tu rostro en la lejanía de la luna
y como siempre busqué tu mirada en una estrella fugaz
escribí nuestros nombres en el pétalo de una rosa
y encargué al viento que lo llevara hasta ti.
Todo eso hice, sin embargo la luna no me dijo nada
se mostró clara y silenciosa.
Colaboración de David
Perú