En Dios, ¿Somos un instante?
Creí ver tu linda cara
entre la bruma de la noche,
como relámpago cruzó fugaz,
y, yo me hice un reproche.
Pues, si el destino me depara,
conocer la historia de tu vida
y sondear un corazón de ángel,
¿por qué pues, sin un adiós te vas?
En ese terso manto negro
tu figura dibujó entre la gente,
y si el destino unió de nuevo ese puente,
en un instante de regocijo, ¡yo me alegro!
Pero, la duda se metió en mi corazón,
tal vez, sólo eras un fantasma;
una quimera, o tan sólo una ilusión,
y mi vista miope, en la oscuridad me engaña.
De mi mente hace una telaraña,
¿quién eres en verdad? la compañera,
ángel de luz para mis tiernos niños,
¿o fuiste del destino tenues guiños?
Todos te recordamos,
y deseamos estrechar tus manos,
pues, has sido en el destino, nuestra amiga,
amistad simple, que a nada te obliga.
Por esta razón, y en esta fecha,
te decimos, ¿te queremos?
no nos olvides, y tan sólo,
recibe un abrazo, un beso y un adiós.
¡Que Dios de bendiga siempre en tu camino!
Para una entrañable amiga de la docencia
Colaboración de Santarrosa
México