Iba a llegar el día en que tendría que ser así. Me duele en el alma saber que la relación se termina y se va deshojando cual árbol que se va haciendo viejo, está seco de tanto amor que no ha podido entregar, de la más clara y pura entrega. Me he arriesgado muchísimo por esta pasión que hoy simplemente has mandando por el camino de regreso. Hay vengo con mi costal cargado de ilusiones y sueños inconclusos. Que difícil retorno. A una realidad que no quería ver, no en este momento.
Pero todo río se encausa cuando sus caudales se han desbordado, hoy sé que mi corazón tiene una herida y sangra, se ha ido corriendo porque no acepta ésta realidad. Te amo tanto vida mía que imaginarme sin ti a mi lado me ha hecho sentir un vacío en mi ser. ¿Cómo voy a llenar el hueco de tanta pasión y amor por darte? Como le voy a decir a mi corazón que se acostumbre a verte sólo como un conocido más, pasarás por mi lado sin saber que lo has hecho, besarás los labios de otra sin pensar que yo te sigo queriendo y que al momento de sentir tu calor será muy difícil poderte soltar.
Tu mano tocará la mía en un saludo de viejos amigos, de viejos amantes… La obscuridad de la noche habrá llegado a nuestros sueños, aquellos que por egoísmo no pudimos concretar, por anteponer nuestros modos e interpretaciones de las cosas, por no ser capaces de confiar en el otro, en nuestro corazón, en nuestro amor. Lamentaremos no haber podido saltar juntos por el valle de la esperanza, por no carcajearnos de nuestras caídas, por no abrazarnos el uno al otro y no soltarnos hasta decir que nos amamos con toda la fuerza que existe, por simplemente dejar al olvido la caricia, el abrazo, el beso, el deseo… El suspiro por ti.
Colaboración de Lili
México