Hoy me atrevo a pensar
que los naranjos están
secos de fuerza,
el pasto pajoso y sin gracia,
y mi herida abierta
se seca junto a las hierbas.
Tantos caminos a seguir
y no decidirse cual tomar...
Pero sé que hay una sola opción
que tengo que negar,
de ir a buscarte y pedirte esa oportunidad
la que a muchos les negaste,
la que a uno le ofreciste.
Y aunque yo me pierda
en el tumulto de gente
siempre tendré el baño
de tus deseos,
ese baño paradisíaco
que engendró el mundo,
¡Mi mundo!
Creaste toda una naturaleza
árboles grandes y fuertes
donde naranjas jugosas podía disfrutar
y pastos, hermosas praderas
de un fuerte verde vivo.
Pero ese baño tenía su tiempo
y así como una gran sequía
se detuvo de llover,
y todo lo vivo se fue
pudriendo, y perdiendo fuerza
sin alivio y con tristeza.
Colaboración de Richardblues
Chile