Entre las sombras vegetando vivo
Sin que una luz ante mis ojos irradie
E indiferente mi existir maldigo
Sin creer en nada, sin amar a nadie.
Para mi la esperanza esta perdida
Nada me importa mi futura suerte
Ni tiene objeto para mí la vida
Que al corazón se anticipó
La muerte.
A nadie importa mi dolor eterno
Vago triste, descreída, aislada
Como vaga en los antros de
Infierno
El ¡Ay…! Desgarrador de los
Condenados
Ya sin amor, y con la fe extinguida
Me burlo de las iras de mi suerte
¡Que carnaval tan necio de la vida!
¡Que consuelo tan dulce de la muerte!
Colaboración de Carolina Cid
México