Hacía tanto que mis ojos no estaban tan aterrados como lo hacen ante tal holocausto, podía apreciar cómo todo se iba derrumbando, toda la ciudad se consumía, el cielo ardía y las nubes caían a pedazos, las vitrinas de los grandes rascacielos estaban sucios, empañados, y por las noches misteriosamente se humedecían y derramaban torrentes de agua, pero solamente en ellas; durante el día no era así, sólo reflejaban lo que pasaba frente a ellas; por las avenidas, todo lo que se apreciaba eran grandes espectaculares sobre una mujer hermosa, pero, esperen un momento, ¿quién es esa mujer hermosa?, he oído hablar de ella también en la oficina central, sí, la que está en el último piso del rascacielos más alto, sus fotos y miles de documentos sobre ella se encuentran en la válvula mayor de suministro de agua de toda la ciudad; está en toda la ciudad, en cada parte de ella, en cada rincón, mas sin embargo no consigo encontrarla, no está por ningún lado, sólo encuentro fotos, indicios que pareciera me pueden llevar a donde está, pero no logro descifrarlos, esta hermosa mujer está lejos de esta ciudad, ¿acaso estará en otra ciudad? ¿Cerca de otro país? ¿Dónde está esta hermosa dama? Si alguien la ha visto, por favor, dígale que vuelva, la ciudad es un caos sin ella, todo está perdido, no existe razón ni cordura, no hay leyes ni régimen alguno, no existe la luz, díganle pues que vuelva pues sólo ella tiene la solución, la paz, amor y tranquilidad que necesita esta ciudad ante tal holocausto.
Colaboración de Carlos Mardueño
México