Me detengo para pensarte, porque me gusta idealizarte sin premuras, soñarte vivamente, que te amo libremente, que te amo sobre una alfombra de pasto tierno y verde, que me clavo en tu mirada y que me reflejo en tus ojos, me gustan tus ojos, mirarme dentro de ellos, suspender mi mente en el brillo que destellan, en lo cristalino, como cuando miras un lago de aguas diáfanas, me gusta contemplar la textura de tu rostro, la piel de tus párpados, de tus labios, tus pómulos, tus cachetes, los orificios que se forman cuando te ríes, perdóname porque me gustas tanto, perdóname por cómo estallan estas ansias mías tan grandes, por amarte, porque no puedo dejar de sentir este amor, o este deseo, o esta obsesión que por ti tengo, perdóname porque esto no se va a terminar ahorita, ni mañana, porque va a aumentar más cada día, y es que así me gusta estar, pensándote todo el día, imaginando dónde andarás, inventándome diferentes finales a tu lado, soñando con la existencia del amor verdadero, ese amor que no existe entre nosotros, ese que tanto ensayo para ambos, para que seamos felices, para estar plenos y completos, para ser lo más cercano a lo perfecto, después, sólo camino y pienso en esta gris realidad, en esta realidad en la que no te tengo.
Colaboración de checo valente
México