Bendita noche y bendita luna que me hacen recordar lo que antes eran mis noches y lo feliz que eran mis días, y bendita lluvia que me haces notar las lágrimas que he dejado salir, lo tristes que ahora son mis noches y lo vacíos que son mis días.
Maldita distancia, por qué me enseñaste que tu podías ser el principal y más odiado obstáculo para alcanzar la felicidad y maldito destino por hacerme creer en varias ocasiones que al final todo valdría la pena y tendría algo por lo que seguir luchando y porque a fin de cuentas, serás tú quien termine una batalla de 23 años que algún día creí que podría ganar.
Colaboración de Quique T.H
México