Sabiendo que no me amabas
acepté la condición,
creyendo yo que algún día
cambiarías de opinión.
Hoy lo niegas, ya olvidaste
mi triste desilusión,
del día que me engañaste
sin tenerme compasión.
Tal vez el señor del tiempo
de mí se compadeció,
y ahora juras que me amas
como no hay comparación.
Colaboración de Ave Cautiva Alas Rotas y Corazón Sangrante
México