Soy un cursi romántico, lo sé, pero me duele mucho esa actitud tuya.
Esta en una de las decisiones más difíciles de mi vida, más difícil que venir a estudiar a Puebla, más difícil que ir al campamento, de esas decisiones que sabes que afectarán el resto de tu vida.
Me falta valor hasta para escribir esto. Se me remuerden las entrañas de tan sólo pensarlo, siento eso de lo que muchas personas hablan y al igual que ellos, yo tampoco lo puedo describir. Mucho se dice que el amor es cuestión de cerebro pero ahora entiendo de lo que hablan en todos esos libros, entiendo cómo sientes que te aprietan el corazón, esa sensación de no poder respirar si no estas junto a mí, de no querer caminar si no es a tu lado, de no querer mirar nada que tus ojos no miren, esas ganas de dormir y nos despertar jamás.
Con todo el dolor que mi corazón puede soportar y con todas las lágrimas que mis ojos pueden llorar, tengo que aceptar que este fue el último berrinche que me haces, ninguno de los dos merece ser tratado como nos tratamos. Te deseo lo mejor de lo mejor, yo sé que serás feliz a su lado, donde siempre has pertenecido, sé que lo serás. Me dio mucho gusto conocerte, aprendí mucho a tu lado, mucho más de lo que imaginas.
Fueron muchas las noches que pasé a tu lado de las que no me arrepiento y que seguramente extrañaré mucho, lo bueno es que nadie muere de amor, o al menos es lo que la gente rumorea aunque creo que como me siento ahora, se debe sentir morir. Mi vida no será fácil a partir de ahora, llegaste a cambiar todo mi mundo, como nadie lo hizo antes. Puede que parezca mentira pero es algo que no me cansaré de asegurar.
Yo siento un gran amor por ti, un amor que pensé que compartíamos, que pensé sería suficiente para estar juntos; pensé que amar por los dos, como lo mencionaste en alguna ocasión, haría que llegáramos a más, pensé que llegarías a amarme como yo te amo. Pensé que mi amor no tendría límites, hasta que me di cuenta de que me estaba olvidando de mi, fue ahí cuando entendí que mi amor por ti terminaba dónde empezaba el amor a mi mismo, el que por mucho tiempo había hecho a un lado, por vivir tu vida, por crear castillos en las nubes.
Qué tonto fui, olvidé que las nubes son sólo vapor de agua y que desaparecen, olvidé también que un simple aire podía llevarse todo a no sé dónde. Yo traté con todas mis fuerzas de aterrizar esos castillos, de hacerlos indestructibles para ti, pero mi esfuerzo alcanzó porque a tu lado nada es suficiente, no basta el amor, no bastan las lágrimas, de nada sirven los sentimientos.
Dicho eso, no hay más. No hay más sueños. No hay más caricias. No hay esperanza siquiera, no queda más que decir, mas que adiós amor, se feliz.
Colaboración de Joel90
México