Ven para acá me dijo dulcemente mi madre cierto día, aún me parece oír de su voz la celeste melodía. ¿Ven y dime que causa tan estraña te arranca esas lagrimas hijo mío? Que cuelgan de tus lánguidas pupilas, como gotas cuajadas de rocío.
La causa de mis lágrimas madre mía ignoro, pero a veces se me oprime el corazón y lloro.
No sabes que la madre más sencilla sabe leer en el alma de sus hijos, como tú en la cartilla. Ven para acá pilluelo que con un par de besos en la frente disiparé las nubes de tu sien.
Llama siempre a tu madre cuando sufras, que vendrá muerta o viva, si está en este mundo a compartir tus penas y si no, a consolarte desde arriba. Y lo hago así, cuando la suerte impía, como hoy perturba de mi hogar la calma, y entonces siento, que se me enancha el alma.
IMPIA: Falta de piedad.
30 de junio de 1965. Este consejo lo escribió mi madre, al verme muy apesumbrado. NO RECUERDO EL AUTOR, CREO QUE FUE PERUANO. Mi madre: Juana E. Liendo Ramos. Lo más hermoso que me pasó en mi vida. Su hijo Sergio.
Autor desconocido
Colaboración de Sergio Reartes
Argentina