No creo en la distancia, ni en el tiempo cuando de amor se trata; surco los cielos y el mar para encontrarte, para sentirte, para verte, para saber que estás ahí.
No importa cuan larga sea la espera o el espacio de poca esperanza, que queda cuando pienso en ti.
Si, a veces mi esperanza desfallece al pensar que no me quieras como antes, aunque puede que me quieras más que antaño.
Total, no mucho que perder y todo por entregar; mi corazón, mi vida y anhelos pertenecen a tus sueños y suspiros, a tus lagrimas y alegrías, angustias y sonrisas, por un mañana mejor, por el ser que amas.
Si es que lo amaste algún día, si es que en la distancia queda amor, si es que yo soy tu amor.
Volar a tu silencio, nadar en tu mirada, palpar el hervor de tu cuerpo, creer que si se puede, que eres tú, que soy yo y que solo nosotros podemos lograrlo; que podemos ir mas allá de las falsas expectativas de un mundo de tabúes.
Encuentro fuerza en tus palabras, en tus gestos y tu juventud. Alma que inspira al más cobarde de mis sentimientos, que se ahoga en el cáliz de tu candidez e inocencia.
Si acaso sueño, déjame dormir y no despertar de este mundo irreal y feliz, de saber al menos que estoy junto a ti, aunque sea una fantasía, algo ilusorio que alimenta mis deseos de cada día, tenerte a mi lado y amarte como he soñado toda mi vida.
El recuerdo de tu pelo batido por el viento alegre y juguetón y te veo tan regia, erguida y segura que palidecen las estrellas cuando paseas hermosa en la noche solitaria de una noche cualquiera.
Amor encarnado en forma de mujer, figura esbelta que representas lo que busco y hallo en ti. Suficiente para mi, demasiado para ser real.
Y es entonces, cuando en mi letargo susurro tu nombre que se repite como un eco que sondea en mi cerebro y te busca muy dentro de mi; busca tu nombre y tu recuerdo se aferra a mi tan fuerte, que al despertar desgarra mi alma.
Y es entonces cuando noto que no te tengo, pero fuiste mía; aunque solo por un instante, solo ese maravilloso instante que te soñé y despierto con tu nombre en mis labios.
Y es entonces cuando noto que te necesito más que nunca.
Colaboración de Otto Monne Jr
Cuba