Años sumidos en recuerdos.
La niña de ojos claros
Semejanza a la mujer que le dio el ser
Amor infinitos de hermanos en búsqueda ficticias de algo
Cimientos vacíos quedan en la espera
Recordar días de cenas servidas originales de papá
Orden sumiso en los niños
Hoy valen al tomar las riendas de esta verdad
Una razón va más allá de la vanidad
Nos esperan refugios en casa convertidas en sedas
Blancas suaves un mundo tranquila de paz
La felicidad temple natural de vivir
Ahora los segundos van más rápido así
Espérame en la luz ya sombras son inexistente
Abrazamos nuestros amados y compartidas historias
La madre en la espera de aquel hijo prodigo
Hoy bienvenido al comienzo de una luz
De tu vida hermana Dios te regala
Felicidad en el camino ya sin tantos tropiezos
Caminemos juntos
Como uno decía nuestro padre
En oración como lo dice nuestra madre
Y en unión porque ya lo estamos
