Loco soñador, errante peregrino, proscrito de la dicha por piadoso y justo, incansable luchador que por la vida va viviendo días prestados por error del destino, ese es mi pensar ese es mi sentir, en silencio veo pasar la vida por mis ojos, escucho reír, veo soñar, pero no logro sentir.
Mi corazón mil años atrás dejó de latir, dejó de vivir, robado por azares del destino mi último aliento al infinito partió, nada que hacer solo seguir esperando el día en que este viaje llegue a su fin y soy demasiado cobarde para acortar el viaje.
Si me ves en la calle no me reconocerás: verás vida, risas, alegrías, soñada por muchos sufrida por pocos. Mil darían sus tesoros por un día de mi paraíso y yo solo quiero partir y dejar todo atrás; cada día que existo destruyo los sueños y esperanzas de quienes merecen algo mas que yo. Mas debo callar porque simplemente yo no puedo ser infeliz.
He recorrido el mundo he viajado mas allá del sol y he regresado; fortuna la perdí, amigos me abandonaron, amor del bueno y mas hoy tengo. Hijos ángeles que la vida me regaló pero nada de esto merezco ¿el precio? impagable...
Nunca confíes de la risa porque bien la puedes fingir, se puede vivir riendo mientras se llora en soledad y en silencio.