Un nuevo día comienza hoy, con un amanecer resplandeciente, los pájaros comienzan a cantar, las águilas vuelan, el cielo está en su hermoso tono azul, el viento fresco… ¿Qué más se puede pedir? Un tiempo para meditar. Gracias Padre por este nuevo y bello día, porque hoy tu nos has permitido despertar, porque a pesar de que hemos sido buenos y malos, tú nos amas. Tu amor es más grande que los cielos. Permíteme Padre, ser luz para aquellos que viven en oscuridad, dame la inteligencia y la sabiduría necesaria para poder compartir tu amor y tu bondad con todas los que me rodean y aún con aquellas personas que conoceré más adelante.
Tú que Eres el Creador de todo lo que existe, a ti Padre te agradezco todo lo que me has dado.
Gracias por los momentos alegres, aquellos que me has permitido disfrutar, donde he reído, me he sentido gozosa y al recorrer mi camino he notado que tú eres perfecto. Gracias por los momentos llenos de tristeza, de nostalgia y aún llenos de preocupación, porque en esos momentos es cuando me doy cuenta que tus estas ahí para sostenerme, tú eres el que me reconforta y me levanta, en esos momentos de soledad puedo ver tu fidelidad.
Gracias por los días soleados, porque es en esos días cuando al caminar siento tu calor, porque puedo ir y volver lejos de casa, admirando a los niños jugar, a los perros correr detrás de ellos, puedo leer un libro bajo la sombra de un árbol y después seguir adelante. Gracias por los días lluviosos, cuando las nubes se ensombrecen y cae la fuerte lluvia, porque es en ese momento cuando puedo sentarme tranquilamente y reflexionar sobre mi vida, mi familia, mis amigos, es cuando me detengo a pensar en todo lo que nos das y me alegro al saber que esa lluvia que a veces nosotros no apreciamos, proporcionara que las plantas, los árboles y los cultivos crezcan a su tiempo y den su fruto.
Gracias por mostrarme en lo sencillo, lo extraordinario que Eres, he aprendido en cada etapa de mi vida que tú me muestras maravillas en cada persona que se cruza en mi camino.
Cada día tu decides el rumbo...
Colaboración de Claudia E. Fermín
México