RESOLVER NUESTROS PROBLEMAS FARMACÉUTICOS. MÉTODOS POSIBLES.
Por el farmacéutico Jorge G. R. Ciruelos Casabayó
Si bien revisto en condición de jubilado, me tomo el atrevimiento de dirigirme a los colegas en general, activos o pasivos. Porque es un tema que excede a la profesión; corresponde al Homo sapiens sapiens, incluyendo su desarrollado lóbulo cerebral frontal.
El mundo en que vivimos, por cierto muy particular; en casi su totalidad está demasiado ocupado para ocuparse de estas cuestiones. Debido a ese detalle, me dirijo a los colegas, porque a nosotros sí nos compete, si aspiramos a integrar un sistema de salud humana. Y salvo que tomemos una actitud de conocimiento troglodita, en la actualidad debemos considerarnos junto a nuestros congéneres humanos, como unidades vivientes provistas al igual que todo lo que vive, de materia y energía. Ambas interaccionan en forma reversible, para realizar en lo posible sanamente, lo que es la vida.
Esta pseudodefinición, encierra el primer secreto que es definirnos como una unidad indivisible de materia y energía, debiendo prestar atención especial a nuestra energía, especialmente la mental y sus derivados. Esta atención prioritaria, se debe realizar porque al menos en los últimos cinco mil años, la energía ha sido dejada de lado, considerando casi exclusivamente nuestra materialidad, en todos los sentidos. Estos hechos, consolidados y reforzados, se fortalecen permanentemente, y es el primer escollo serio para posibilitar un medio de solución a los problemas. En la actualidad no se atiende a las trabas que nacen al intentar la administración de nuestra energía. Aclaro que energía vital no es solamente potencia o fuerza, se refiere a todo lo que pensamos, ideamos, sentimos, elucubramos, soñamos, consideramos, y así sucesivamente. Por ello nuestra energía puede ser fundamentalmente: positiva, negativa, agresiva, pacífica, moral o inmoral.
El segundo de los secretos, está en lo que elegimos y tomamos en cuenta para intentar aplicarlo a la realidad. Somos seres naturales, y dependemos de la Naturaleza. Esta nos brinda leyes comprensibles por todo ente viviente. Nuestro estado evolutivo, nos permite sentirnos superiores a la Naturaleza, y somos la única especie que ha decidido contradecir a Natura. Por tal motivo, el segundo de los secretos Naturales, lo ignoramos o descartamos. Tomamos en cuenta la organización inversa a la natural y obramos en función de lo que beneficia a los individuos, de forma generalmente agresiva y competitiva, sin considerar la moral ni la positividad ni el temor a la negatividad. La Naturaleza, en cambio intenta lo más pacíficamente posible, que la organización sea cooperadora por parte de los individuos, en beneficio del progreso de toda la especie. La prueba de esto es la evolución, y que todos los casos evolutivos, no son producidos individualmente sino en grupos cooperativos. Nosotros mismos somos la prueba.
Nuestra base histórica evolutiva, ha ocurrido a partir que grupos de células primarias madres, que resolvieron unirse cooperativamente y especializarse. De esas uniones y especialidades, se generaron órganos especializados, como corazón hígado, riñones, piel, que sumaron en cada caso la energía de sus células en su conjunto, y luego se asociaron en funciones integradoras, como son los sistemas y mediante la suma energética de los componentes, llegaron a la unión cooperativa material y energética, que somos cada uno de nosotros. Lo que pauta Natura, es la unión de cada individuo formado, en un cooperativismo en pos de una evolución positiva, pacífica, superadora, constituída por nuestra especie. Por el contrario, desde hace más de diez mil años nuestra mayoría ha optado por un individualismo agresivo hasta el genocidio, artero, engañador, mucho máyor que en las especies animales. Esto acompañado por un intento codicioso de aniquilar la Naturaleza, en base al rédito económico individual. En este intento, vamos perdiendo, en tal magnitud que los que han conseguido individualmente su supremacía y manejan la economía, están estudiando la manera de poder huir a Marte, si la Tierra por nuestra causa, se vuelve inhabitable. Esta causa es fundamentalmente la contaminación y el calentamiento global.
Volvamos a nuestro tema. Con lo dicho, nuestra triste realidad, es que ni siquiera podemos ejercer nuestra función social, y solamente podemos proponer parches para ´´seguir tirando´´. ¿No hay métodos posibles? ¿Debemos seguir cada uno tirando del piolin , en la espera que no se corte? La respuesta, es que hay métodos posibles , pero no a corto plazo. A los que están demasiado ocupados, les digo que sigan en lo suyo, pero piensen que sus hijos o nietos, tal vez ya no existirán, la degradación terminará tarde o temprano con la especie. A los que crean que pueden ´´perder´´ unos minutos más, recomiendo que consideren que apretar el freno es lo primero y urgente, y por allí debemos comenzar. Luego surgirán entre todos las ideas.
Somos lo suficientemente inteligentes, para comprender que hay que iniciar un cambio factible. Luego, hay que ver que es lo factible que debemos modificar urgentemente. Todo lo que diré es científico aunque a veces no lo parezca, y está confirmado usando la epistemología, es decir las pautas del método científico. Como habría que escribir , resumiendo , más de cincuenta páginas, los que deseen pueden recurrir a buscar las bases que mencionaré. Me remito por ahora a señalar el camino.
Lo prioritario a cambiar, es nuestro enfoque al pensar. Diez mil años de dominio del individualismo humano, que con ayuda del concepto de dinero asociado al poder, nos demuestra que este sistema anti Natural, nos lleva a una posible catástrofe Natural y social. Hay que esforzarse en algo tan sencillo pero tan difícil como es que nuestro pensamiento esté siempre puesto y orientado en función de lograr el beneficio de nuestra especie, en su totalidad. No es necesario cambiar nuestra ideología, creencia religiosa, visión de la realidad, simplemente pensar que todos los habitantes de la tierra deben recibir un beneficio en aras de poder evolucionar positivamente.
Actualmente la sociedad mundial ha generado subespecies en base a lo económico y otros factores, que son una falacia, ya que todos somos Homos sapiens, sapiens y pertenecemos a una especie única. Por lo tanto no es válido pensar en un habitante de la subespecie ´´rico´´ y otro ´´pobre´´. Esto es bastante sencillo, pero ¿ cómo aceptar que la subespecie ´´honestos´´ merezcan consideración igual que los ´´delincuentes?. Cuando lo logren, estarán en buen camino. Antes que prejuzguen les diré cómo lo he logrado. En primera instancia, no existe honesto versus delincuente, sino dos ciudadanos de la especie en problemas mutuos. Y por más complejo que sea, que impida que brinde la solución aquí y ahora, busco el motivo que separa en la sociedad a dos individuos que deben evolucionar. Como ya me he ejercitado, enseguida me planteo diferencias entre dos entes de mi especie.
Busco la manera que realmente puedan cohabitar en sociedad y se corrija lo que deba correjirse. Hay que ir primero a lo general que es el motivo de comportamiento muy diferente entre ambos. Hay una gran mayoría considerada normal que tienen una energía de comportamiento honesta y pacífica vapuleada por una minoría agresiva y con espíritu delincuencial. No hay mucha diferencia con el caso de una mayoría pacífica que respira bien y no fuma que está molesta por el humo ambiente, versus una minoría muy fumadora, agresiva y que se ahoga por padecer un enfisema pulmonar.
Por lo tanto, si en este último caso consideramos a un sano frente a un enfermo, también debemos considerar como enfermo al delincuente agresivo frente al pacífico sano honesto. Hay que intentar que los cuatro individuos, puedan evolucionar positivamente. Ya parecen hacerlo el honesto y el no fumador que están sanos, no así el que padece enfisema y el delincuente agresivo. Para ayudarlos hay que aislarlos del resto hasta que se logre modificar su estado sanitario y reincorporen al conjunto evolucionable. Este ha sido el punto de partida para proponer un cambio carcelario, a cargo de una nueva especialidad médica, que en hospitales carcelarios que incorporen producción y trabajo, restablezcan la salud y permitan solamente salir del lugar cuando se compruebe su sanación definitiva. Si se analiza, se trata de lograr que los cuatro de este caso puedan encontrarse en estado evolutivo. Y también es fundamental que consideremos a los partícipes como unidad de materia y su energía respectiva, y que hay que canalizarla hacia su acción positiva.
Un cambio en la forma de ver a los ciudadanos como un conjunto para evolucionar, y no de otra manera, hace que se comience a plantear un cambio real. Nosotros los farmacéuticos tendríamos gran protagonismo, y generar nuevos tipos de contacto con las personas que atendemos.
Pero claro, todo este cambio hay que apoyarlo con la voluntad personal de cada uno de los que intervengan. Lo que la ciencia determina, es que el ejercicio de este logro es en base al convencimiento y voluntad sincera y honesta de los participantes. Es lo que ha descubierto la epigenética y su accionar, que recomiendo actualizar y analizar, ya que los intereses actuales del mundo, con ciertos científicos incluidos, solamente tienen en cuenta los hechos cuando su aplicación constituye un negocio, y no lo que debe ser, una orientación en la evolución de nuestra especie, que es un tema en el cual podemos actuar los farmacéuticos. Recordaré solamente unas pautas, esenciales para entender su alcance.
No somos robots de nuestra genética, solamente no podemos modificar en nosotros por nuestra voluntad, genes anátomos-funcionales, como ser nuestra anatomía y fisiología personales. Pero sí podemos modificar el accionar de los genes que están involucrados en nuestra energía vital, es decir decisiones, conductas, pareceres, inclinaciones, por mencionar algunos. Los genes presentes en la doble espiral de ADN son inmutables y no se cambian, pero sí puede alterarse su expresión o sea estimular o inhibir su accionar. Para lograrlo, el organismo hace una réplica que es la que actuará ya siendo inhibida o estimulada su acción, que es lo que se denomina expresión génica.
Cuando en el entorno percibimos algo inusual o algo que es necesario modificar, a través de proteinas de membrana celular, se produce una diana de aviso, que desencadena un cambio ya sea de estimulación o inhibición de la acción génica de los genes involucrados en el cambio que se desea realizar. Ese cambio, no tan solo influye en uno mismo, se extiende hacia el entorno y estimula a individuos vecinos, y puede también a través de la cultura, trasmitirse a la descendencia. Esto constituirá parte del fenotipo del individuo, que es en su mayoría parte de su energía. Todo esto lo logra el individuo con su voluntad, creencia y honestidad. Es similar al ruego u oración religiosa, pero dirigido a si mismo y no a la intervención de un Dios supremo. Todo esto se ha corroborado científicamente.
Me resta solamente decir que no hay cambios posibles sin cambios en nuestra epigenética, a la cual pueden ayudar sentimientos honestos religiosos, y que actúa en forma comunitaria, siendo más efectivo el resultado, debiendo ser realizado por un conjunto honesto. Además podemos estimular el ser mejores, favoreciendo la expresión génica de inhibir genes que intervienen en el egoismo, la codicia, el engaño y la agresividad. Con estas consideraciones, comenzaremos a encontrar los métodos posibles y reales para solucionar nuestros problemas. Muchas gracias.
