No tengas preocupación que me quebrante
Ahora que me arrojas al olvido,
Sin amarguras ni rencor, de tu florido nido
Me alejaré como ave que vuela errante,
Eso sí, reconozco que vuelo con el corazón herido;
Más estoy seguro que este letargo será
En mi vida un dolor que durará un instante,
Pues no hay dolor de amor que permanezca constante.
Mañana el sol fuerte resplandecerá
Y un nuevo amor a las puertas de mi alma tocará
Y arribaré con esperanza a un nuevo nido,
Donde alguien dirá que me ama, que nunca me dejará
Y como siempre creeré, como a ti te había creído.