Yo les hablaré de una decisión personal que en ocasiones cuesta tomar en medio de la sociedad o familias ya que desde nuestras raíces fuimos educados de manera diferente y hemos caminado con estas costumbres ya desde nuestro hogares y también en el medio donde habitamos.
Es precisamente el momento donde se toman decisiones para nuestra vida y que sin pensarlo afecta a la familia o a la sociedad donde por el momento habitamos y es posible que estas decisiones afecten a nosotros mismos también.
Es aquí el momento donde el espacio de nuestra persona se debe parar para pensar que decisión estamos tomando según el espacio y las posibilidades que tenemos en nuestro alcance y empezar a pensar haciéndonos preguntas sobre ¿Qué queremos? ¿A dónde vamos? o ¿Qué busco? con tomar estas decisión en nuestra persona y buscando la mejor decisión que podemos dar tratando de no afectar mucho y que nos afecte personalmente.
Un profesor de la universidad nos comentaba que es difícil tomar decisiones cuando las raíces de donde hemos habitado están muy arriesgadas pero a pesar de eso hay que buscar la decisión más adecuada, que no afecte ni dañe tanto a la sociedad o familia como a uno mismo.
Entender que nadie es eterno y que tarde o temprano debemos tomar decisiones importantes que nos ayuden a crecer o en ocasiones a fracasar en una mal decisión, sabiendo 2 cosas importantes -el tomar una decisión ya sea personal, familiar o de sociedad- una que hay que tomar la decisión adecuada para el crecimiento, y segundo buscar la manera de dañar lo menos posible en el habitat donde nos encontramos.
Pero todo esto para un bien personal, familiar o social, según de donde nos encontremos.
El tomar una decisión de algo es un paso que damos en la vida pero para esto fijarnos bien donde vamos a pisar. Por eso “no todos los pájaros vuelan iguales”